How Can I Change?/The Battle Against Sin/es

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{{info|La Batalla Contra el Pecado}}En su libro titulado ''A Nation of Victims: The Decay of American Character ''[Una nación de víctimas: El desmoronamiento del carácter americano], el autor Charles Sykes hace la siguiente observación: “A través del siglo pasado, el triunfo del pensamiento terapéutico ha sido tan completo que con frecuencia se pasa por alto; lo que comenzó con el Dr. Freud es ahora lo básico de los programas de charla por la televisión durante el día, rutina en la política, casi reflexivo en asuntos de justicia criminal y ética”.<ref>Charles J. Sykes, ''A Nation of Victims: The Decay of the American Character ''(New York, NY: St. Martin’s Press, 1992), p. 33.</ref>  
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}}En su libro titulado A Nation of Victims: The Decay of American Character [Una nación de víctimas: El desmoronamiento del carácter americano], el autor Charles Sykes hace la siguiente observación: “A través del siglo pasado, el triunfo del pensamiento terapéutico ha sido tan completo que con frecuencia se pasa por alto; lo que comenzó con el Dr. Freud es ahora lo básico de los programas de charla por la televisión durante el día, rutina en la política, casi reflexivo en asuntos de justicia criminal y ética”.<ref>Charles J. Sykes, ''A Nation of Victims: The Decay of the American Character ''(New York, NY: St. Martin’s Press, 1992), p. 33.</ref>  
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Ya que haya oído o no haya oído la frase, sin duda se ha encontrado con el pensamiento terapéutico. Se ve en la sala tribunal cuando el abogado del asesino en serie pide lenidad a base de que su cliente fue rutinariamente abusado por su padre alcohólico. Dice que la mayoría de nosotros nos criamos en familias “disfuncionales”, ofreciendo así una explicación y excusa por nuestro comportamiento. En vez de enfatizar la responsabilidad personal, subraya la manera en que hemos sido psicológicamente afectados por nuestro ambiente. Como nota el científico social Dr. James Deese, el pensamiento terapéutico “está tan arraigado en las actitudes americanas modernas que apenas se puede desafiar.”<ref>Idem.</ref>  
Ya que haya oído o no haya oído la frase, sin duda se ha encontrado con el pensamiento terapéutico. Se ve en la sala tribunal cuando el abogado del asesino en serie pide lenidad a base de que su cliente fue rutinariamente abusado por su padre alcohólico. Dice que la mayoría de nosotros nos criamos en familias “disfuncionales”, ofreciendo así una explicación y excusa por nuestro comportamiento. En vez de enfatizar la responsabilidad personal, subraya la manera en que hemos sido psicológicamente afectados por nuestro ambiente. Como nota el científico social Dr. James Deese, el pensamiento terapéutico “está tan arraigado en las actitudes americanas modernas que apenas se puede desafiar.”<ref>Idem.</ref>  
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{{LeftInsert|'''Meditate on Colossians 2:8. '''How can we protect ourselves from being taken captive?}}Surprisingly, the one institution best equipped to challenge the therapeutic trend has actually contributed to its popularity. I’m speaking of the Church. Rather than expose the errors of psychotherapy, the American Church in most cases has given uncritical acceptance...though there are some outspoken exceptions. In his book ''Biblical Medical Ethics, ''Dr. Franklin Payne comments, “Psychotherapy, as psychology and psychiatry, needs the most critical and detailed examination by evangelical Christians...Many Christians are influenced more by the concepts of secular psychotherapists than by the Word of God.”<ref>Franklin E. Payne, Jr., M.D., ''Biblical/Medical Ethics: The Christian and the Practice of Medicine ''(Milford, MI: Mott Media, Inc., 1985), p. 155.</ref>  
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{{LeftInsert|'''Medita en Colosenses 2:8. '''¿Cómo podemos protegernos para no ser tomados cautivos?}}Sorprendentemente, la única institución que está mejor equipada para desafiar la tendencia terapéutica en realidad ha contribuido a su popularidad. Hablo de la Iglesia. En vez de exponer los errores de la psicoterapia, la Iglesia americana en la mayoría de los casos ha dado una aceptación sin crítico...aunque hay algunas francas excepciones. En su libro ''Biblical Medical Ethics'', el Dr. Franklin Payne comenta, “La psicoterapia, como psicología y psiquiatría, necesita el más crítico y detallado examen por los cristianos evangélicos...Muchos cristianos son más influenciados por los conceptos de los psicoterapistas seculares que por la Palabra de Dios.”<ref>Franklin E. Payne, Jr., M.D., ''Biblical/Medical Ethics: The Christian and the Practice of Medicine ''(Milford, MI: Mott Media, Inc., 1985), p. 155.</ref>  
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{{LeftInsert|"Evangelical and charismatic Christians have unguarded borders where psychological ideas easily slip over."<ref>William K. Kilpatrick, ''Psychological Seduction: The Failure of Modern Psychology ''(Nashville, TN: Thomas Nelson, Inc., 1983), p. 24.</ref><br>'''—William Kilpatrick'''}}I’ve met many of the Christians Dr. Payne is describing. Not long ago I was asked to speak at a men’s retreat in another church. At the end of one session I was approached by a man who introduced himself and then began telling me about his difficult situation. He had grown up in a dysfunctional family. He was a codependent. He suffered from low self-esteem. In the space of the first two minutes he must have used almost every psychological buzz word in existence.  
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{{LeftInsert|Los cristianos evangélicos y carismáticos tienen fronteras sin protección por las que las ideas psicológicas se deslizan fácilmente.<ref>William K. Kilpatrick, ''Psychological Seduction: The Failure of Modern Psychology ''(Nashville, TN: Thomas Nelson, Inc., 1983), p. 24.</ref><br>'''—William Kilpatrick'''}}He conocido a muchos de los cristianos que el Dr. Payne está describiendo. No hace mucho se me pidió que predicara en un retiro de hombres en otra iglesia. Al final de una sesión se me acercó un hombre que se me presentó y luego comenzó a hablarme de su situación difícil. Se había criado en una familia disfuncional. Era co-dependiente. Padecía de muy baja autoestima. En el espacio de los primeros dos minutos usó casi todas las palabras psicológicas de moda que existen.  
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It was an awkward encounter. I wasn’t eager to disagree with him or correct him. I had never met the man before, and I wanted him to experience my care and concern. But as he went on and on it seemed obvious he assumed I agreed with him. And I didn’t. Why? Though he spoke psychobabble fluently, his diagnosis omitted any reference to the “S” word....  
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Fue un encuentro incómodo. Yo no estaba ansioso por discrepar con él. Nunca lo había conocido antes, y quería que él experimentara mi cuidado e interés. Pero a medida que seguía y seguía parecía obvio que él daba por hecho de que yo estaba de acuerdo con él. Y no era así. ¿Por qué? Aunque él hablaba un impecable psicoparloteo, su diagnosis omitía toda referencia a la palabra con “P”. . . .  
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{{LeftInsert|<big>1</big>What things in Jesus’ life might cause a counselor to recommend that he join the “recovery movement”?
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{{LeftInsert|<big>1</big>¿Qué cosas en la vida de Jesús podrían hacer que un asesor le recomiende que se una al movimiento de recuperación?
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}}Sin.  
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}}Pecado.  
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Such omissions regrettably are the norm today in popular Christian literature and radio talk shows. We are pursuing a deeper understanding of ourselves (as defined by the recovery movement) rather than a deeper conviction of sin (as defined in Scripture). We have become more concerned about our own needs and feelings than about the character and commands of God. No wonder we aren’t maturing as he intends.  
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Dichas omisiones lamentablemente son la norma hoy en la literatura cristiana popular y en los programas de charla por la radio. Vamos tras una comprensión más profunda de nosotros mismos (como la define el movimiento de recuperación) en vez de una convicción más profunda del pecado (como la define la Escritura). Nos interesamos más en nuestras propias necesidades y sentimientos que en el carácter y los mandamientos de Dios. No es de sorprender que no estamos madurando como Él quiere.  
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=== Our Most Serious Problem ===
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=== Nuestro Problema Más Serio ===
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Writing a century ago, J.C. Ryle offered a sharp but simple explanation for the deficiencies he observed in the Church: “Dim or indistinct views of sin are the origin of most of the errors, heresies and false doctrines of the present day...I believe that one of the chief wants of the church in the nineteenth century has been, and is, clearer, fuller teaching about sin.”<ref>J.C. Ryle, ''Holiness ''(Welwyn, Hertfordshire, England: Evangelical Press, 1979), p. 1. </ref>If this was accurate during his generation, how much more so today.  
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Escribiendo hace un siglo, J.C. Ryle ofreció una aguda pero sencilla explicación por las deficiencias que observó en la Iglesia: “Las confusas o indistintas opiniones sobre el pecado son el origen de la mayoría de los errores, herejías, y falsas doctrinas de los días presentes...yo creo que una de las principales necesidades de la Iglesia en el siglo diecinueve ha sido, y es, una enseñanza más clara, más plena sobre el pecado.”<ref>J.C. Ryle, ''Holiness ''(Welwyn, Hertfordshire, England: Evangelical Press, 1979), p. 1. </ref>Si esto era cierto durante su generación, cuánto más cierto es hoy.  
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But we’ve gone a step further. Contemporary teaching about self-esteem has replaced the doctrine of sin. Consider this remark from one well-known author:  
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Pero hemos ido un paso más allá. La enseñanza contemporánea sobre la autoestima ha reemplazado a la doctrina del pecado. Considera esta declaración de un autor bien conocido:  
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I don’t think anything has been done in the name of Christ and under the banner of Christianity that has proven more destructive to human personality, and hence counterproductive to the evangelistic enterprise, than the unchristian, uncouth strategy of attempting to make people aware of their lost and sinful condition.<ref>Robert Schuller, quoted by Michael Scott Horton in ''Made in America: The Shaping of Modern American Evangelicalism ''(Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1991), p. 78.</ref>  
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No creo que se haya hecho nada en el nombre de Cristo ni bajo la bandera del cristianismo que haya probado ser más destructivo para la personalidad humana, y por tanto contraproductivo al esfuerzo evangelístico, que la no cristiana, inculta estrategia de tratar de hacer que la gente se dé cuenta de su condición perdida y pecaminosa.<ref>Robert Schuller, citado por Michael Scott Horton en ''Made in America: The Shaping of Modern American Evangelicalism ''(Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1991), p. 78.</ref>  
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{{LeftInsert|"To say that our first need in life is to learn about sin may sound strange, but in the sense intended it is profoundly true. If you have not learned about sin, you cannot understand yourself, or your fellow-men, or the world you live in, or the Christian faith. And you will not be able to make head or tail of the Bible. For the Bible is an exposition of God’s answer to the problem of human sin, and unless you have that problem clearly before you, you will keep missing the point of what it says...It is clear, therefore, that we need to fix in our minds what our ancestors would have called ‘clear views of sin.’"<ref>J.I. Packer, ''God’s Words ''(Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1981), p. 71. </ref><br>'''—J.I. Packer'''}}This pastor says that labeling sin as “rebellion against God” is “shallow and insulting to the human being.<ref>Quoted in Anthony A. Hoekema, ''Created in God’s Image ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1986), p. 106.</ref> His conviction about man’s inherent worth leads him to the remarkable conclusion that a new “reformation” is in order. Where Martin Luther’s emphasis on salvation by grace through faith transformed the Church in the sixteenth century, he argues, today’s churches must recognize the sacred right of every person to self-esteem.  
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{{LeftInsert|Decir que nuestra primera necesidad en la vida es aprender sobre el pecado podría sonar extraño, pero en el sentido deseado es profundamente cierto. Si tú no has aprendido sobre el pecado, no puedes entenderte a ti mismo, ni a los demás, ni el mundo en que vives, ni la fe cristiana. Y no le podrás encontrar sentido a la Biblia. Porque la Biblia es una exposición de la respuesta de Dios al problema del pecado humano, y a menos que tengas ese problema claramente ante ti, seguirás perdiendo el punto de lo que dice...por lo tanto, está claro que necesitamos fijar nuestra mente en lo que nuestros antepasado hubieran llamado ‘claras opiniones sobre el pecado’.<ref>J.I. Packer, ''God’s Words ''(Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1981), p. 71. </ref><br>'''— J.I. Packer'''}}Este pastor dice que llamar al pecado “rebelión contra Dios” es “superficial y un insulto al ser humano”.<ref>Citado en Anthony A. Hoekema, ''Created in God’s Image ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1986), p. 106.</ref> Su convicción acerca del inherente valor del hombre lo lleva a la singular conclusión de que una nueva “reforma” está en orden. Mientras que el énfasis de Martín Lutero en la salvación por gracia a través de la fe transformó a la Iglesia en el siglo dieciséis, dice él, las iglesias de hoy deben reconocer el derecho sagrado de autoestima que tienen todas las personas.  
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I do not question the man’s sincerity, but his statements are bogus. They are, in fact, false doctrine. The modern emphasis on self-esteem has become an unacceptable alternative to the biblical doctrines of justification and sanctification.  
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Yo no pongo en duda la sinceridad del hombre, pero sus declaraciones son falsas. De hecho, son falsa doctrina. El énfasis moderno en la autoestima se ha convertido en una alternativa inaceptable para las doctrinas bíblicas de justificación y santificación.  
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''Justification. ''Jesus did not die on the cross to improve our self-esteem. He died to atone for our sin. And yet the cross ''does ''teach us a crucial lesson about our worth: We are each worthy of the wrath of God. As a manifestation of God’s unmerited mercy, the cross reveals the depth and seriousness of our sin. Anthony Hoekema points this out:  
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''Justificación. ''Jesús no murió en la cruz para mejorar nuestra autoestima. Él murió para expiar por nuestro pecado. Y aún así la cruz nos enseña una crucial lección sobre nuestro valor: Cada uno de nosotros merecemos la ira de Dios. Como manifestación de la inmerecida misericordia de Dios, la cruz revela la profundidad y la seriedad de nuestro pecado. Anthony Hoekema señala esto:  
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{{RightInsert|'''For Further Study: '''The ''NIV Complete Concordance ''lists 466 occurrences of the word “sin” (or a derivative) in Scripture. For a biblical understanding of this vital subject...just start reading.}}In today’s world there is little emphasis on the biblical doctrine of sin. But a person with a shallow sense of sin and of the wrath of God against our sin will neither feel the need for nor understand the biblical doctrine of justification. When sin is ignored, minimized or redefined we no longer live aware of our desperate need for Jesus Christ nor appreciative of what he accomplished on the cross for us.<ref>Anthony A. Hoekema, ''Saved by Grace ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1989), p. 153. </ref>  
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{{RightInsert|'''Para más estudio: '''La ''NIV Complete Concordance'' ofrece una lista de 466 veces en las que aparece la palabra “pecado” (o un derivativo) en la Escritura. Para un entendimiento bíblico de este vital tema...simplemente comienza a leer.}}En el mundo de hoy hay poco énfasis en la doctrina bíblica del pecado. Pero la persona con un frívolo sentido del pecado y de la ira de Dios contra nuestro pecado ni sentirá la necesidad de ni comprenderá la doctrina bíblica de la justificación. Cuando el pecado se ignora, se minimiza, o se redefine ya no vivimos conscientes de nuestra desesperante necesidad de Jesucristo ni apreciamos lo que Él hizo en la cruz por nosotros.<ref>Anthony A. Hoekema, ''Saved by Grace ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1989), p. 153. </ref>  
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Unless we understand the nature of sin and how offensive it is to God, we’ll never understand why the cross was necessary. We’ll never be amazed by grace.  
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A menos que comprendamos la naturaleza del pecado y cuán ofensivo es a Dios, jamás entenderemos por qué la cruz fue necesaria. Jamás nos maravillaremos ante la gracia.  
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{{LeftInsert|"I have often heard it said, ‘If I had been the only person on the earth, Jesus would still have died for me.’ Although our Lord could have given his life for just one person, it most certainly would not have been because that person was so valuable, but because God was so gracious. Such an occurrence should hardly, therefore, be regarded as a source of pride or self-esteem. For me to argue that Jesus would have died for me if I were the only person on earth simply indicates that my sins alone, without the rest of you contributing your share, were sufficient to demand the severe punishment Jesus Christ vicariously assumed in my place. When faced with that reality, we ought to weep for the selfless sacrifice of our Lord instead of finding in it one more opportunity for feeling good about ourselves.<ref>Dan Matzat, et al., ''Power Religion: The Selling Out of the Evangelical Church?, ''Michael Scott Horton, ed. (Chicago, IL: Moody Press, 1992), p. 256.</ref><br>'''—Dan Matzat'''}}''Sanctification. ''A clear understanding of the doctrine of sin is imperative for sanctification as well. Scripture reveals that our most serious hindrance to growth is sin against God. The recovery movement, on the other hand, insists that unmet needs, pain, damaged emotions, or low self-esteem are the root of our difficulties. The two conclusions are irreconcilably opposed.  
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{{LeftInsert|Con frecuencia he oído decir, ‘Si yo hubiera sido la única persona en la tierra, Jesús con todo hubiera muerto por mí’. Aunque nuestro Señor hubiera dado su vida por solamente una persona, ciertamente no hubiera sido porque esa persona fuera tan valiosa, sino porque Dios es clemente. Por lo tanto, algo así apenas debe considerarse como una fuente de orgullo o de valor propio. Que yo arguya que Jesús hubiera muerto por mí aunque yo fuera la única persona en la tierra simplemente indica que solamente mis pecados, sin el resto de ustedes para contribuir su parte, eran suficientes para exigir el severo castigo que Jesucristo asumió en mi lugar. Ante esa realidad, debemos llorar por el desinteresado sacrificio de nuestro Señor en vez de encontrar en ella una oportunidad más para sentirnos bien con nosotros mismos.<ref>Dan Matzat, et al., ''Power Religion: The Selling Out of the Evangelical Church?, ''Michael Scott Horton, ed. (Chicago, IL: Moody Press, 1992), p. 256.</ref><br>'''—Dan Matzat'''}}''Santificación.''Un claro entendimiento de la doctrina del pecado también es imperativo para la santificación. La Escritura revela que nuestro estorbo más serio para el crecimiento es el pecado contra Dios. El movimiento de recuperación, por otro lado, insiste en que las necesidades sin atender, el dolor, las emociones dañadas, o la baja autoestima son la raíz de nuestras dificultades. Las dos conclusiones están irreconciliablemente opuestas.  
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{{RightInsert|'''For Further Study: '''Many of the Bible’s references to God’s compassion can be found in the Psalms (9:12,18;34:18; 147:3) and Isaiah (49:13; 61:1).}}I am not denying the reality or severity of the pain we experience when others sin against us. It is critical I not be misunderstood here. The Bible makes numerous references to those who are afflicted and oppressed. But please understand: ''Pain is not our root problem. ''Jesus said, “For from ''within, ''out of men’s hearts, come evil thoughts, sexual immorality, theft, murder, adultery, greed, malice, deceit, lewdness, envy, slander, arrogance, and folly. All these evils come from ''inside ''and make a man ‘unclean’” (Mk 7:21-23, emphasis added; see also Jas 1:14-15).  
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{{RightInsert|'''Para más estudio: '''Muchas de las referencias que hace la Biblia a la compasión de Dios se pueden encontrar en los Salmos (9:12,18; 34:18; 147:3) y en Isaías (49:13; 61:1).}}No estoy negando la realidad ni la severidad del dolor que experimentamos cuando los demás pecan contra nosotros. Es crítico que no se me entiendas mal aquí. La Biblia hace numerosas referencias a los que están afligidos y oprimidos. Pero por favor comprende: ''El dolor no es nuestro problema principal.'' Jesús dijo, “Porque de ''adentro'', del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de ''adentro'' y contaminan a la persona” (Mr 7:21-23; ve también Stg 1:14-15).  
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Too many of us “feel the reality of our wounds more than the fact of our sin.<ref>Larry Crabb, ''Men and Women ''(Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1991), p. 114.</ref> But if we genuinely want to be conformed to the image of Jesus Christ, this will have to change. Our freedom and maturity depend on it. The therapeutic model misdiagnoses our root problem, and thus proves incapable of providing an effective solution. But once we recognize sin as the source of our problem, suddenly we have a scriptural solution and biblical hope for change. It’s called the doctrine of sanctification.  
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Demasiados de nosotros “sentimos la realidad de nuestras heridas más que el hecho de nuestro pecado”.<ref>Larry Crabb, ''Men and Women ''(Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1991), p. 114.</ref> Pero si nosotros genuinamente queremos conformarnos a la imagen de Jesucristo, esto tendrá que cambiar. Nuestra libertad y madurez dependen de ello. El modelo terapéutico da un mal diagnóstico de nuestro problema principal, y por tanto prueba ser incapaz de ofrecer una solución eficaz. Pero una vez que reconocemos el pecado como la fuente de nuestro problema, de repente tenemos una solución bíblica y esperanza bíblica para cambiar. Esta se llama la doctrina de la santificación.  
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=== Mowing Your Own Lawn ===
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=== Poda Tu Propio Césped ===
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Sanctification is a lifelong process of repentance (not recovery) and obedience (not inner healing) that results in holiness (not wholeness) for the glory of God (not personal fulfillment). This doctrine is succinctly stated in Colossians 3:1-17. If you haven’t already done so, please take a minute to read that passage before you continue.  
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La santificación es un proceso de arrepentimiento que dura toda la vida (no de recuperación) y obediencia (no sanidad interna) que resulta en santidad (no integridad) para la gloria de Dios (no la satisfacción personal). Esta doctrina es sucintamente expresada en Colosenses 3:1-17. Si todavía no lo has hecho, por favor toma un minuto para leer ese pasaje antes de continuar.  
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{{RightInsert|'''Meditate on Colossians 1:15-20. '''Judging by this description, do you think Jesus is sufficient to regenerate and redeem you?}}It’s important to see the transition Paul is making in this third chapter. The first two chapters of Colossians emphasize the supremacy and sufficiency of Christ. He stresses this again at the beginning of Chapter 3. Paul consciously refrained from teaching the Colossians about sanctification until they had first understood Christ’s work for them and within them. Until they grasped what it meant to be reconciled to and regenerated by God, he knew they would not be properly motivated by grace.  
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{{RightInsert|'''Medita en Colosenses 1:15-20. '''Juzgando por esta descripción, ¿crees que Jesús es suficiente para regenerarte y redimirte?}}Es importante ver la transición que Pablo hace en este tercer capítulo. Los primeros dos capítulos de Colosenses enfatizan la supremacía y suficiencia de Cristo. Él enfatiza esto otra vez al comienzo del capítulo 3. Pablo conscientemente evitó enseñar a los colosenses sobre la santificación antes de que primero entendieran la obra de Cristo por ellos y dentro de ellos. Hasta que captaran lo que significa ser reconciliados con y regenerados por Dios, él sabía que no serían debidamente motivados por la gracia.  
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Neither will we. This is why the second and third chapters of this book highlight regeneration and our union with Christ. We have also written a book on the doctrine of justification called ''This Great Salvation. ''Like Paul, we want to motivate by grace. Once that foundation is established, then we can pursue godliness without straying toward legalism or license.  
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Ni nosotros tampoco. Esto es porque el segundo y el tercer capítulos de este libro subrayan la regeneración y nuestra unión con Cristo. También hemos escrito un libro sobre la doctrina de la justificación llamado ''This Great Salvation ''[Esta gran salvación]. Como Pablo, queremos motivar por gracia. Una vez se ha establecido ese fundamento, entonces podemos ir tras la santidad sin desviarnos hacia el legalismo o el libertinaje.  
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Paul defines the process of sanctification with two striking phrases: We are to “rid ourselves” of sin and “clothe ourselves” with righteousness (Col 3:8,12). It is only because of what Christ has accomplished on the cross and the miracle of regeneration that we are able to obey these commands.And yet those two supernatural imperatives now leave us without excuse. If grace does not result in godliness, then we have not accurately understood grace. God fully expects us to change, grow, and mature. As F.F. Bruce exhorts, “Now be (in actual practice) what you now are (by a divine act).”<ref>F.F. Bruce, ''The New International Commentary on the New Testament: Colossians, Philemon, and Ephesians ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1984), p. 140.</ref>  
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Pablo define el proceso de la santificación con dos sorprendentes frases: Debemos “abandonar” el pecado y “revestirnos” de rectitud (Col 3:8,12). Es sólo por lo que Cristo ha logrado en la cruz y el milagro de regeneración que podemos obedecer estos mandamientos. Y sin embargo esos dos imperativos sobrenaturales ahora nos dejan sin excusa. Si la gracia no resulta en santidad, entonces no hemos entendido correctamente lo que es la gracia. Dios totalmente espera que cambiemos, crezcamos, y maduremos. Como exhorta F.F. Bruce, “Ahora sean (en práctica de verdad) lo que saben que son (por un acto divino)”.<ref>F.F. Bruce, ''The New International Commentary on the New Testament: Colossians, Philemon, and Ephesians ''(Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1984), p. 140.</ref>  
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{{LeftInsert|"Though the power for godly character comes from Christ, the responsibility for developing and displaying that character is ours. This principle seems to be one of the most difficult for us to understand and apply. One day we sense our personal responsibility and seek to live a godly life by the strength of our own will power. The next day, realizing the futility of trusting in ourselves, we turn it all over to Christ and abdicate our responsibility which is set forth in the Scriptures. We need to learn that the Bible teaches both total responsibility and total dependence in all aspects of the Christian life."<ref>Jerry Bridges, ''The Practice of Godliness ''(Colorado Springs, CO: NavPress, 1983), pp. 75-76.</ref><br>'''—Jerry Bridges'''}}Please note that Paul says we are to “rid ''ourselves ''” and “clothe ''ourselves ''.” We have the privilege and responsibility of participating in change. Though sanctification is no less a supernatural work of the Holy Spirit than regeneration, there is one fundamental difference: in sanctification we have a critical role to play. “God works in us and with us,” said the great Puritan pastor John Owen, “not against us or without us.
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{{LeftInsert|Aunque el poder para tener un carácter santo viene de Cristo, la responsabilidad de desarrollar y exhibir ese carácter es nuestra. Este principio parece ser uno de los más difíciles de entender y aplicar. Un día sentimos nuestra responsabilidad personal y tratamos de vivir una vida santa en la fortaleza de nuestra propia fuerza de voluntad. El próximo día, dándonos cuenta de la futilidad de confiar en nosotros mismos, lo entregamos todo a Cristo y renunciamos a nuestra responsabilidad que está fijada en la Escritura. Necesitamos aprender que la Biblia enseña total responsabilidad y total dependencia en todos los aspectos de la vida cristiana.<ref>Jerry Bridges, ''The Practice of Godliness ''(Colorado Springs, CO: NavPress, 1983), pp. 75-76.</ref><br>'''— Jerry Bridges'''}}Por favor fíjate que Pablo dice que debemos “abandonar” y “revestirnos”. Tenemos el privilegio y la responsabilidad de participar en el cambio. Aunque la santificación no es una obra menos sobrenatural del Espíritu Santo que la regeneración, hay una diferencia fundamental: en la santificación tenemos un papel crítico. “Dios obra en nosotros y con nosotros”, dijo el gran pastor puritano John Owen, “no en contra de nosotros ni sin nosotros”.  
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{{RightInsert|'''For Further Study: '''How would you answer someone who concluded that “all effort is wrong” after reading Zechariah 4:6?}}Statements such as “Stop trying and start trusting” or “Let go and let God” make popular plaques but poor theology. Those who claim “All effort is wrong” are badly mistaken. Actually, the Bible instructs us to “Make every effort...to be holy; without holiness no one will see the Lord” (Heb 12:14, emphasis added). This is grace-motivated effort, of course, but it’s effort nonetheless. God hasn’t told us to pray or simply trust him for godliness; he says “train yourself to be godly” (1Ti 4:7, emphasis added). We are to obey in the power of the Holy Spirit.  
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{{RightInsert|'''Para más estudio: '''¿Cómo contestarías a alguien que concluyera que “todo esfuerzo es malo” después de leer Zacarías 4:6?}}Frases como “Deja de tratar y comienza a confiar” o “Desiste y deja que Dios” se prestan para imprimir en placas populares pero expresan una mala teología. Los que dicen que “Todo esfuerzo es malo” se equivocan tristemente. En realidad, la Biblia nos instruye a que busquemos “la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb 12:14). Esta es esfuerzo motivado por gracia, por supuesto, no obstante es esfuerzo. Dios no nos ha dicho que oremos o que simplemente confiemos en Él para recibir santidad; Él dice, “ejercítate en la piedad” (1Ti 4:7). Hemos de obedecer en el poder del Espíritu Santo.  
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Paul clarifies this combination of God’s work and our responsibility when he writes, “Continue to work out (not work for) your salvation with fear and trembling, for it is God who works in you to will and to act according to his good purpose” (Php 2:12-13). Though our effort apart from God’s work would be futile, sanctification cannot be delegated to God. Each of us must mow his own lawn.  
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Pablo clarifica esta combinación de la obra de Dios con nuestra responsabilidad cuando escribe, “lleven a cabo su salvación (no trabajen para) con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad” (Fil 2:12-13). Aunque nuestro esfuerzo aparte de la obra de Dios sería inútil, la santificación no se puede delegar a Dios. Cada uno de nosotros debe podar su propio césped.  
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What form does our responsibility take? How do we fulfill the biblical command to rid ourselves of sin? Scripture offers a two-part strategy.  
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¿Qué forma toma nuestra responsabilidad? ¿Cómo cumplimos con el mandamiento bíblico de deshacernos del pecado? La Escritura ofrece una estrategia de dos partes.  
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=== Strategy #1: Attack Sin ===
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=== Estrategia #1: Atacar el Pecado ===
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I love the offensive posture of the New Testament toward sin. Nowhere is that more evident than in the Apostle Paul’s terse command to the Colossians: “Put to death, therefore, whatever belongs to your earthly nature” (Col 3:5). In the battle for personal holiness, aggressiveness is both a command and a necessity. We must be ruthless. We must go on the attack.  
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Me encanta la postura ofensiva contra el pecado del Nuevo Testamento. En ninguna parte es eso más evidente que en el mandamiento terso del apóstol Pablo a los colosenses: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal” (Col 3:5). En la batalla por la santidad personal, la agresividad es tanto un mandamiento como una necesidad. Debemos ser implacables. Debemos ir al ataque.  
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{{LeftInsert|"We need to cultivate in our own hearts the same hatred of sin God has. Hatred of sin as sin, not just as something disquieting or defeating to ourselves, but as displeasing to God, lies at the root of all holiness."<ref>Jerry Bridges, ''The Pursuit of Holiness ''(Colorado Springs, CO: NavPress, 1978), p. 32.</ref><br>'''—Jerry Bridges'''}}  
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{{LeftInsert|Necesitamos cultivar en nuestro propio corazón el mismo odio al pecado que tiene Dios. El odio al pecado como pecado, no sólo como algo inquietante o destructivo para nosotros, sino como algo desagradable a Dios, yace en la raíz de toda santidad.<ref>Jerry Bridges, ''The Pursuit of Holiness ''(Colorado Springs, CO: NavPress, 1978), p. 32.</ref><br>'''— Jerry Bridges'''}}  
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Paul uses a violent metaphor here not simply to get our attention but to underscore a critical aspect of sanctification. We are to kill any and all manifestations of sin in our hearts. We must take the initiative to execute sin daily.  
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Pablo usa aquí una violenta metáfora no simplemente para captar nuestra atención sino para subrayar un aspecto crítico de la santificación. Hemos de matar cualquiera y toda manifestación de pecado en nuestro corazón. Debemos tomar la iniciativa para matar el pecado a diario.  
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Jesus went so far as to say, “If your right eye causes you to sin, gouge it out and throw it away. It is better for you to lose one part of your body than for your whole body to be thrown into hell” (Mt 5:29). He also recommended amputating a hand for the same reason. Was Jesus commanding actual surgery here? I think not, because a hand or eye isn’t the root cause. Jesus purposely used vivid imagery to make a point: We must recognize the seriousness of sin and deal decisively with it. Resisting sin when tempted is not sufficient. We must take drastic steps to attack and kill sin in our lives. John Owen exhorts us to pursue “a victory over it, and pursuit of it to a complete conquest...sin will not otherwise die, but by being gradually and constantly weakened; spare it, and it heals its wounds, and recovers strength.<ref>Quoted in Packer, ''God’s Words, ''pp.184-185.</ref>  
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Jesús llegó hasta decir, “si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno” (Mt 5:29). Él también recomendó amputarse una mano por la misma razón. ¿Jesús ordenaba una mutilación de verdad aquí? Yo creo que no, porque la mano o el ojo no es la causa principal. Jesús a propósito usó imágenes vivas para decir: Debemos reconocer la seriedad del pecado y tratar decisivamente con él. Resistir el pecado cuando somos tentados no es suficiente. Debemos dar pasos drásticos para atacar y matar el pecado en nuestra vida. John Owen nos exhorta a ir tras “una victoria sobre él, e ir tras una conquista completa... el pecado no morirá de otra manera, sino sólo al ser gradual y constantemente debilitado; si lo excusas, él sana sus heridas y recobra fuerza”.<ref>Citado en Packer, ''God’s Words, ''pp.184-185.</ref>  
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The spiritual discipline of putting sin to death, otherwise known as mortification, is a neglected area of truth. Most of us are about as familiar with this subject as we are with outhouses. “Our forefathers used to speak of mortifying sin,” notes Sinclair Ferguson.<ref>Sinclair Ferguson, ''The Christian Life ''(Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 1989), p. 158.</ref> And J.I. Packer laments, “It is a theme on which no contemporary writing of significance seems to be available.”<ref>J.I. Packer, ''God’s Words, ''p. 182.</ref> That’s not surprising, but it is revealing. Can you imagine a book titled ''Put Sin To Death! ''as a Christian bestseller?  
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La disciplina espiritual de dar muerte al pecado, de otra manera conocida como mortificación, es una área muy descuidada de la verdad. La mayoría de nosotros tenemos tanta familiaridad con este tema como con las letrinas. “Nuestros padres hablaban de mortificar el pecado”, nota Sinclair Ferguson.<ref>Sinclair Ferguson, ''The Christian Life ''(Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 1989), p. 158.</ref> And J.I. Packer laments, “It is a theme on which no contemporary writing of significance seems to be available.”<ref>J.I. Packer, ''God’s Words, ''p. 182.</ref> Eso no es sorprendente, pero es revelador. ¿Puedes imaginarte un libro titulado ¡Muerte al pecado! como un éxito de librería?  
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{{LeftInsert|"We may take comfort about our souls if we know anything of an inward fight and conflict. It is the invariable companion of genuine Christian holiness...Do we find in our heart of hearts a spiritual struggle? Do we feel anything of the flesh lusting against the spirit and the spirit against the flesh...? Are we conscious of two principles within us, contending for the mastery? Do we feel anything of war in our inward man? Well, let us thank God for it! It is a good sign. It is strongly probable evidence of the great work of sanctification...We are evidently no friends of Satan...The very fact that he assaults us should fill our minds with hope."<ref>J.C. Ryle, ''Holiness, ''p. 55.</ref><br>'''—J.C. Ryle'''}}{{RightInsert|'''Meditate on 2 Corinthians 10:3-5.''' In terms of spiritual warfare, was Paul a “hawk” or a “dove”?}}Mortification is not popular because it tends to be difficult. Ask the person trying to submit cheerfully to a boss who has repeatedly denied a promotion. Ask the recently converted, unmarried couple who must now control sexual urges they have gratified for years. But listen: this is not weekend golf we’re playing here. This is war. Holiness and discipleship are war.  
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{{LeftInsert|Podemos tomar consuelo para nuestra alma si sabemos algo de la lucha y el conflicto interno. Es el invariable compañero de la genuina santidad cristiana...¿Encontramos en lo más profundo de nuestro corazón una lucha espiritual? ¿Sentimos algo de la carne que codicia contra el espíritu y el espíritu contra la carne...? ¿Nos damos cuenta de dos principios dentro de nosotros que contienden para dominar? ¿Sentimos algo de la guerra en nuestro hombre interior? Bueno, ¡demos gracias a Dios por ello! Es una buena señal. Muy probablemente es evidencia de la gran obra de la santificación...Evidentemente no somos amigos de Satanás...El mero hecho de que él nos asalta debe llenar nuestra mente de esperanza.<ref>J.C. Ryle, ''Holiness, ''p. 55.</ref><br>'''— J.C. Ryle'''}}{{RightInsert|'''Medita en 2 Corintios 10:3-5. '''En términos de guerra espiritual, ¿Pablo era un “halcón” o una “paloma”?}}La mortificación no es popular porque tiende a ser difícil. Pregunta a la persona que está tratando de someterse alegremente a un jefe que repetidamente le ha negado un ascenso bien merecido. Pregunta a la pareja de recién convertidos, que están sin casarse y que ahora deben controlar los deseos sexuales que han gratificado por años. Pero escucha: esto no es un fin de semana de golf. Esta es una guerra. La santidad y el discipulado son guerra.  
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Attacking sin isn’t complex. And though I want to say this sensitively, I also want to say it firmly: Your ability to attack sin doesn’t depend on your past. We have no acceptable excuse for sinning. It’s never to be viewed as an understandable weakness.  
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Atacar el pecado no es algo complejo. Y aunque yo quiero decir esto con sensibilidad, también quiero decirlo con firmeza: Tu habilidad para atacar el pecado no depende de tu pasado. No tenemos ninguna excusa aceptable para el pecado. Nunca se considera como una debilidad comprensible.  
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Living as a Christian means living in the trenches. Sinclair Ferguson says it as well as anyone could:  
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Vivir como cristiano quiere decir vivir en las trincheras. Sinclair Ferguson lo dice tan bien como lo podría decir cualquiera:  
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What then is this killing of sin? It is the constant battle against sin which we fight daily—the refusal to allow the eye to wander, the mind to contemplate, the affections to run after anything which will draw us from Christ. It is the deliberate rejection of any sinful thought, suggestion, desire, aspiration, deed, circumstance or provocation at the moment we become conscious of its existence. It is the consistent endeavor to do all in our powers to weaken the grip which sin in general, and its manifestations in our own lives in particular, has. It is not accomplished only by saying ‘no’ to what is wrong, but by a determined acceptance of all the good and spiritually nourishing disciplines of the gospel.<ref>Sinclair Ferguson, ''The Christian Life, ''p. 162.</ref>  
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¿Qué es, entonces, esto de matar el pecado? Es la constante batalla contra el pecado que debemos llevar a diario - negarse a permitir que el ojo desvaríe, que la mente contemple, que los afectos vayan tras cualquier cosa que nos apartará de Cristo. Es el deliberado rechazo de todo pecaminoso pensamiento, sugerencia, deseo, aspiración, hecho, circunstancia o provocación en el momento en que nos damos cuenta de su existencia. Es el consistente esfuerzo por hacer todo lo que está en nuestro poder para debilitar el apretón que tiene el pecado en general, y sus manifestaciones en nuestra propia vida en particular. No se logra con sólo decir “no” a lo que es malo, sino con una determinada aceptación de todas las buenas y espiritualmente nutritivas disciplinas del evangelio.<ref>Sinclair Ferguson, ''The Christian Life, ''p. 162.</ref>  
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{{RightInsert|'''Meditate on Galatians 5:16-17. '''Why does every genuine Christian every genuine Christian }}Does this describe your attitude? Toward which end are your energies primarily directed, recreation or righteousness? Self-indulgence or self-control? Are you prepared to do whatever it takes to win the war? If so, what is your strategy for attacking the sin in your life right now?  
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{{RightInsert|'''Medita en Gálatas 5:16-17. '''¿Por qué todo cristiano genuino experimenta inquietud interna?}}¿Describe esto tu actitud? ¿Hacia cuál fin están dirigidas principalmente tus energías, recreación o justicia? ¿Indulgencia a sí mismo o control de sí mismo? ¿Estás preparado para hacer lo que sea necesario para ganar la guerra? Si así es, ¿cuál es tu estrategia para atacar el pecado en tu vida ahora mismo?  
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=== Strategy #2: Avoid Sin ===
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=== Estrategia #2: Evitar el Pecado ===
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Attacking sin is not all that’s involved in the sanctification process. We must avoid sin as well. As followers of Jesus Christ, we are called to a lifestyle that is distinct from our surrounding culture: “Since we have these promises, dear friends, let us purify ourselves from everything that contaminates body and spirit, perfecting holiness out of reverence for God” (2Co 7:1). What are these promises that motivate us to purify ourselves and pursue holiness? God’s own offer to be uniquely present among his people as we separate ourselves from the world: “‘I will live with them and walk among them, and I will be their God, and they will be my people’” (2Co 6:16).  
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Atacar el pecado no es todo lo que incluye el proceso de santificación. Debemos también evitar el pecado. Como seguidores de Jesucristo, somos llamados a una vida que se distingue de la cultura que nos rodea: “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación” (2Co 7:1). ¿Cuáles son estas promesas que nos motivan a purificarnos y a buscar la santidad? La propia oferta de Dios de estar singularmente presente entre su pueblo a medida que nos separamos del mundo: “Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo” (2Co 6:16).  
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<br> {{LeftInsert|'''For Further Study: '''Read James 1:27. Can you list two or three specific ways in which a Christian might be “polluted by the world”?}}In a sense it would be easier if God told us to separate ourselves ''physically ''from the culture. Yet God specifically forbids that (1Co 5:9-10), and instead appoints us as ambassadors (2Co 5:18-20). No ambassador works effectively in isolation. We are to relate to our culture without ''reflecting ''our culture, always navigating between the secular and the self-righteous.  
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{{LeftInsert|'''Para más estudio: '''Lee Santiago 1:27. ¿Puedes escribir dos o tres maneras específicas en las que el cristiano podría ser “corrompido por el mundo”?}}En un sentido, sería más fácil si Dios nos dijera que nos separáramos ''físicamente'' de la cultura. Pero Dios específicamente prohíbe eso (1Co 5:9-10), y por el contrario nos nombra embajadores (2Co 5:18-20). Ningún embajador trabaja con efectividad si está aislado. Hemos de ''relacionarnos'' con nuestra cultura sin reflejar nuestra cultura, siempre navegando entre lo secular y lo justo.  
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Our flesh constantly begs to be indulged, yet Paul tells us to “make no provision for the flesh in regard to its lusts” (Ro 13:14 NAS). That means distancing ourselves from anything that’s likely to tempt us to sin. Paul told the Corinthians the same thing in even clearer terms: “Flee immorality” (1Co 6:18 NAS)...don’t fight with it.  
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Nuestra carne constantemente nos ruega que seamos indulgentes, pero Pablo nos dice “no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa” (Ro 13:14). Eso quiere decir distanciarnos de todo lo que nos pueda tentar para pecar. Pablo dijo lo mismo a los corintios en términos más claros: “Huyan de la inmoralidad sexual” (1Co 6:18)...no dijo luchen con ella.  
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Though Joseph lived long before the New Testament was written, he exemplifies the way we should avoid sin (Ge 39:6-20). For some time his master’s wife had sought to seduce him. Finally, frustrated by his integrity, she grabbed him by the cloak and said, “Come to bed with me!”  
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Aunque José vivió mucho antes que fuera escrito el Nuevo Testamento, él es un ejemplo de la manera en que debemos evitar el pecado (Gn 39:6-20). Por algún tiempo la esposa de su amo había tratado de seducirlo. Por fin, frustrada por la integridad de él, ella lo asió del manto y le dijo, “¡Acuéstate conmigo!”.
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{{LeftInsert|<big>2</big> When temptation hits, we have two basic responses: fight or flight. Check what you think would be the appropriate response to each of the temptations listed below:  
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{{LeftInsert|<big>2</big> Cuando la tentación llega, tenemos dos reacciones básicas: luchar o huir. Marca lo que tú crees que sería la correcta reacción ante cada una de las tentaciones de la lista siguiente:
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Sudden fear that someone will rob your home<br>❏Fight ❏Flight
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Repentino temor de que alguien se meterá a robar en tu casa<br>❏Luchar ❏Huir
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Curiosity about Playboy’s issue on Middle East politics<br>❏Fight ❏Flight
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Curiosidad por el número de la revista Playboy sobre la política del Medio Oriente <br>❏Luchar ❏Huir
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Urge to “go into hibernation” when friends let you down<br>❏Fight ❏Flight
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Deseo de “entrar en hibernación” cuando los amigos te decepcionan<br>❏Luchar ❏Huir
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Strong sense of anger when child spills your coffee<br>❏Fight ❏Flight
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Fuerte sentido de ira cuando tu hijo derrama tu café<br>❏Luchar ❏Huir
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Desire to swing by the bar “just to see old friends”<br>❏Fight ❏Flight}}Now Joseph ''could ''have viewed this as a divine appointment. He could have thought, “This may be the ideal opportunity for me to share with her what God has done in my life.” But he didn’t flirt with the temptation. He didn’t even fight it. He simply fled, leaving Potiphar’s wife holding his cloak.  
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Deseo de pasar por el bar (cantina) “sólo para ver a los viejos amigos”<br>❏Luchar ❏Huir}}Ahora, José ''pudo'' haber visto esto como una cita divina. Pudo haber pensado: “Esta podría ser la oportunidad ideal para compartir con ella lo que Dios ha hecho en mi vida”. Pero él no coqueteó con la tentación. Ni siquiera lucho con ella. Simplemente huyó, dejando a la esposa de Potifar con el manto en la mano.  
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I can imagine one of the servants walking outside the house when suddenly, whoosh! A human-shaped blur flashes out the door at world-class speed.  
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Me puedo imaginar uno de los criados caminando afuera de la casa cuando de repente, ¡gush! Una borrosa imagen humana sale por la puerta como un relámpago a una velocidad increíble.  
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“What was that?
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-¿Qué fue eso?  
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Joseph. The man of God. Running for his life.  
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José. El hombre de Dios. Corriendo para salvarse la vida.  
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“Lord!” he pants at the half-mile mark, “help me!
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-¡Señor!- dice sin aliento después de correr media milla. -¡Ayúdame!-
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“I am. Just keep running. You get away from that woman as far and as fast as you can.
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-Te estoy ayudando. Sólo sigue corriendo. Aléjate de esa mujer lo más que puedas-.  
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It’s smart to run from temptation. It’s idiotic to stand there and try to stare it down. And yet some would have responded to Joseph’s situation this way:  
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Es algo inteligente huir de la tentación. Es algo idiota quedarse ahí parado y tratar de vencerla con una mirada intensa. Sin embargo, algunos hubieran respondido a la situación de José de esta manera:  
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{{RightInsert|"To labor to be acquainted with the ways, wiles, methods, advantages, and occasions of the success of sin is the beginning to this warfare."<ref>John Owen, ''Temptation and Sin ''(Evansville, IN: Sovereign Grace Book Club, reprint edition, 1958), p. 31.</ref><br>'''—John Owen'''}}“God, I sense temptation beginning to develop. I call upon you, Lord. Please deliver me from this situation.
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{{RightInsert|Esforzarse por conocer las maneras, tretas, métodos, ventajas, y ocasiones del éxito del pecado es el comienzo a esta guerra.<ref>John Owen, ''Temptation and Sin ''(Evansville, IN: Sovereign Grace Book Club, edición reimpresa, 1958), p. 31.</ref><br>'''— John Owen'''}}-Dios, siento que la tentación comienza a desarrollarse. Clamo a ti, Señor. Por favor líbrame de esta situación.-
-
“I ''am ''going to deliver you,” God says. “Run!
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-Yo voy a librarte,- dice Dios. -¡Corre!-
-
“Lord, I’m trusting you for deliverance. Deliver me right now from this feeling of lust.
+
-Señor, confío en que tú me librarás. Líbrame ahora mismo de sentir esta lujuria.-
-
“That won’t happen till I return, and I’m not coming back in the next five minutes. Hit the road, Mr. Potato Head!
+
-Esto no sucederá hasta que yo no vuelva, y no voy a volver en los próximos cinco minutos. Así que ¡a correr, Don Cabeza de Papa!-
-
“Lord, I thank you. You’ve caused me to be born again, and I know your power is at work in me. Greater is he who is in me than he who is in the world.
+
-Señor, te doy gracias. me has hecho nacer de nuevo, y yo sé que tu poder obra en mí. Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo.-
-
“Yes, that’s right, and the Greater One is saying, ‘Move!’ Move your body and move it now!
+
-Sí, así es, y el Mayor te está diciendo, ‘¡Muévete!’ ¡Mueve el cuerpo y muévelo ya!-
-
If you’re serious about sanctification, you’re not trying to see how close you can get to the curb. You’re prepared to drive on the other side of the street, if necessary, to avoid sin. And in areas where you know you’re vulnerable, you’re obeying the command of Jesus: “Watch and pray so that you will not fall into temptation” (Mt 26:41).  
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Si tomas en serio la santificación, no estarás tratando de ver cuánto te puedes acercar a la orilla de la acera. Estarás preparado para conducir al otro lado de la calle, si es necesario, para evitar el pecado. Y en las áreas en las que sabes que eres vulnerable, estarás obedeciendo el mandamiento de Jesús: “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación” (Mt 26:41).  
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{{LeftInsert|'''Meditate on 1 Timothy 6:11. '''How long does it take you, on average, to flee from temptation once you’ve recognized it?}}We need to cultivate the ability to discern where we are most prone to sin. That way we’ll be able to develop a strategy for avoiding temptation. Areas of vulnerability will differ, but watching isn’t optional for any of us.  
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{{LeftInsert|'''Medita en 1 Timoteo 6:11. '''¿Cuánto tiempo te toma, como promedio, para huir de la tentación una vez la has reconocido?}}Necesitamos cultivar la habilidad de discernir dónde es que nos inclinamos más a pecar. De esa manera podremos desarrollar una estrategia para evitar la tentación. Las áreas de vulnerabilidad serán diferentes, pero cuidarse no es una opción para ninguno de nosotros.  
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In what area(s) do you need to develop a strategy of avoidance? You can probably begin with whatever you’ve been thinking about as you read this section.  
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¿En qué área(s) necesitas desarrollar una estrategia para evitar? Quizás puedas comenzar con cualquier cosa que hayas estado pensando al leer esta sección.  
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=== A New Set of Clothes ===
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=== Una Nueva Mudada de Ropa ===
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As we saw earlier in Colossians, ridding ourselves of sin is just half of the equation. Paul exhorts us, “Therefore, as God’s chosen people, holy and dearly loved, ''clothe yourselves '' with compassion, kindness, humility, gentleness and patience” (Col 3:12, emphasis added). Not only must we put off sin, but we must put on righteousness (Eph 4:22-24).  
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Como vimos anteriormente en Colosenses, quitarnos el pecado es sólo la mitad de la ecuación. Pablo nos exhorta, “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia” (Col 3:12). No sólo debemos quitarnos el pecado, sino que debemos revestirnos de justicia (Ef 4:22-24).  
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“These two factors,” writes Jay Adams, “always must be present in order to effect genuine change. Putting off will not be permanent without putting on. Putting on is hypocritical as well as temporary, unless it is accompanied by putting off...Sanctification continues as the believer daily turns ''from ''sin ''/ to ''righteousness.<ref>Jay E. Adams, ''The Christian Counselor’s Manual ''(Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1973), pp. 177, 179.</ref>  
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“Estos dos factores”, escribe Jay Adams, “siempre deben estar presentes para poder efectuar genuino cambio. El quitarse no será permanente sin el revestirse. Revestirse es algo hipócrita y temporal, a menos que vaya acompañado de quitarse...La santificación continúa mientras el creyente a diario se aparta ''del'' pecado / ''a la'' justicia”.<ref>Jay E. Adams, ''The Christian Counselor’s Manual ''(Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1973), pp. 177, 179.</ref>  
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{{LeftInsert|'''For Further Study: '''Read Revelation 3:4-6. Can you identify four promises in this passage?}}For example, if God has exposed materialism or greed in your heart, repent and then begin systematically to replace it with generosity. Start with faithfulness in tithing to your local church; add to that offerings, and look for opportunities to give secretly as well. Perhaps you tend to criticize others. If so, confess the sin of pride and consciously focus on encouraging and honoring others instead. If selfishness is a recurring theme, place yourself in situations where you are required to serve.  
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{{LeftInsert|'''Para más estudio: '''Lee Apocalipsis 3:4-6. ¿Puedes identificar cuatro promesas en este pasaje?}}Por ejemplo, si Dios ha expuesto el materialismo o la avaricia en tu corazón, arrepiéntete y luego comienza sistemáticamente a reemplazarlo con la generosidad. Comienza con pagar fielmente el diezmo a tu iglesia local; añade a eso las ofrendas, y busca oportunidades de dar en secreto también. Quizás tiendes a criticar a los demás. Si así es, confiesa el pecado de orgullo y conscientemente enfócate en animar y honrar a los demás. Si el egoísmo es un tema recurrente, ponte en situaciones que te exijan servir.  
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What should immediately be obvious is that character cannot be developed or refined in isolation. To cultivate a righteous and fruitful life we need the context of a local church. For example, I may be the model of patience...as long as I’m alone. I could spend days studying the subject of compassion without ever encountering someone who needed care. Unless I interact with others I’m simply incapable of assessing where I need to grow.  
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Lo que debe ser inmediatamente obvio es que el carácter no se puede desarrollar ni refinar en el aislamiento. Para cultivar una vida de justicia y fructífera necesitamos el contexto de una iglesia local. Por ejemplo, puedo ser un modelo de paciencia...con tal que esté solo. Puedo pasar días estudiando el tema de la compasión sin nunca encontrarme con alguien que necesite cuidado. A menos que tenga interacción con los demás soy simplemente incapaz de juzgar dónde es que necesito crecer.  
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<br> The fact is, there are very few Christ-like traits we can develop apart from relationships in the church. We need people to practice on! If we’re intent on change, we’ll commit ourselves to a church where individuals take seriously the biblical exhortations to encourage and correct.  
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El hecho es que hay muy pocos rasgos como los de Cristo que podemos desarrollar aparte de las relaciones en la iglesia. ¡Necesitamos gente para practicar! Si deseamos cambiar, nos comprometeremos con una iglesia donde los individuos toman en serio las exhortaciones bíblicas de animar y corregir.  
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{{CenterInsert|<big>3</big> After reading Colossians 3:12-17, select the Christian character trait mentioned there (humility, forbearance, etc.) that you would most like to develop. In the
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{{CenterInsert|<big>3</big> Después de leer Colosenses 3:12-17, elige el rasgo de carácter cristiano que se menciona ahí (humildad, amabilidad, etc.) que más te gustaría desarrollar. Durante la próxima semana o dos, aparta tanto como cinco momentos devocionales para meditar sobre las Escrituras que subrayan esa área. También, pide a Dios maneras específicas de aplicar lo que aprendas.
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next week or two, set aside as many as five devotional times to meditate on Scriptures
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highlighting this area. Also, ask God for specific ways to apply what you learn.  
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Character Trait:  
Character Trait:  
Line 171: Line 155:
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Day One:<br>Scripture(s)     Insights      Application
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Día uno:<br>Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación 
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Day Two:<br>Scripture(s)     Insights      Application
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Día dos: Two:<br>Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación
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Day Three:<br>Scripture(s)     Insights      Application
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Día tres:<br>Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación
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Day Four:<br>Scripture(s)     Insights      Application
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Día cuatro:<br>Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación
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Day Five:<br>Scripture(s)     Insights      Application
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Día cinco:<br>Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación
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}}As you’ve probably perceived by now, battling sin does not happen effortlessly. It involves genuine confession, repentance, obedience to Scripture, accountability to others, and the consistent practice of the spiritual disciplines. You’ll also need courage and perseverance. “There are no quick and easy paths to spiritual maturity,” says R.C. Sproul. “The soul that seeks a deeper level of maturity must be prepared for a long, arduous task.<ref>R.C. Sproul, ''The Soul’s Quest for God ''(Wheaton, IL: Tyndale House, 1992), p. 7.</ref>  
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}}Como quizás ya habrás percibido hasta ahora, luchar contra el pecado no sucede sin esfuerzo. Incluye la genuina confesión, el arrepentimiento, la obediencia a la Escritura, la responsabilidad ante los demás, y la consistente práctica de las disciplinas espirituales. También necesitarás valor y perseverancia. “No hay caminos rápidos ni fáciles hacia la madurez espiritual”, dice R.C. Sproul. “El alma que busca un nivel más profundo de madurez debe estar preparada para una larga, ardua tarea”.<ref>R.C. Sproul, ''The Soul’s Quest for God ''(Wheaton, IL: Tyndale House, 1992), p. 7.</ref>  
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{{LeftInsert|"It is a part of healthy Christian experience to enjoy a continually increasing degree of deliverance from sins...Few things afford the Christian such relief and encouragement as the memory of sins which once ruled him, but which he has conquered by the power of the Spirit of God.<ref>J.I. Packer, ''God’s Words, ''p. 185.</ref><br>'''—J.I. Packer'''}}But do you know what it feels like to grow? To sense God’s pleasure and presence? To hear his voice? To know you are contributing to the advancement of his kingdom? Nothing compares with that experience. And this is God’s amazing reward for all those willing to put off sin and put on righteousness.  
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{{LeftInsert|Es parte de la sana experiencia cristiana gozar de un continuo grado de liberación de los pecados...Pocas cosas dan al cristiano tanto alivio y ánimo como el recuerdo de pecados que una vez lo dominaban, pero que ha conquistado por el poder el Espíritu de Dios.<ref>J.I. Packer, ''God’s Words, ''p. 185.</ref><br>'''— J.I. Packer'''}}Pero ¿sabes cómo se siente crecer? ¿Sentir el placer y la presencia de Dios? ¿Oír su voz? ¿Saber que estás contribuyendo al avance de su reino? Nada se compara con esa experiencia. Y esta es la admirable recompensa de Dios para todos los que están dispuestos a quitarse el pecado y revestirse de justicia.  
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Let me impart fresh hope to you. No matter what you have experienced in the past, you—by the grace of God— ''can ''change. Through a determined strategy to attack and avoid sin and clothe yourself with righteousness, you can be a dramatically different person at this time next year.  
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Permíteme impartir nueva esperanza en ti. No importa lo que hayas experimentado en el pasado, - por la gracia de Dios - puedes cambiar. Por medio de una determinada estrategia para atacar y evitar el pecado y al revestirte de justicia, puedes ser una persona dramáticamente distinta para estos días el próximo año.  
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=== Group Discussion ===
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=== Dicusión Grupo ===
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1. Imagine you are on the jury trying the serial killer mentioned on page 39. It’s clear the man was frequently beaten by his alcoholic father during childhood. How much of a factor would that be in reaching your verdict?  
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1. Imagínate que estás en el jurado enjuiciando al asesino en serie que se menciona en la página . Está claro que el hombre fue golpeado con frecuencia por su padre que era alcohólico durante la niñez. ¿Cuánto influenciaría eso tu veredicto?  
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2. “We have become more concerned about our own needs and feelings than about the character and commands of God,” says the author. (Page 40) What’s an example?  
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2. “Nos hemos interesado más por nuestras propias necesidades y sentimientos que por el carácter y los mandamientos de Dios”, dice el autor. (Página ) ¿Cuál es un ejemplo?  
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3. What does “self-esteem” mean to you?  
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3. ¿Qué significa para ti autoestima?  
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4. Does the message of the cross make you more or less secure about your identity?  
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4. ¿El mensaje de la cruz te hace sentir más o menos seguro respecto a tu identidad?  
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5. Why is the recovery movement incapable of meeting our deepest needs?  
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5. ¿Por qué es que el movimiento de recuperación es incapaz de subsanar nuestras necesidades más profundas?  
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6. Identify the root problem in each of the following scenarios:<br>—Since being raped in college, Ann has strongly disliked and distrusted men<br>—Bill is seeking a divorce because his wife shows him little affection<br>—When under intense pressure, Mary entertains thoughts of suicide<br>—Rob, who grew up visiting his father only on weekends, is a workaholic
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6. Identifica el problema que está en la raíz de cada una de las siguientes situaciones:<br>-Desde que fue violada en la universidad, a Ana le han disgustado y ha desconfiado mucho de los hombres<br>-Guillermo quiere un divorcio porque su esposa le demuestra muy poco afecto<br>-Cuando está bajo intensa presión, María alienta pensamientos de suicidio<br>-Roberto, que creció visitando a su padre solamente los fines de semana, es un adicto al trabajo
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7. What’s the biggest distinction between sanctification and regeneration?  
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7. . ¿Cuál es la mayor distinción entre la santificación y la regeneración?  
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8. Why are relationships in the church so essential for character growth?  
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8. ¿Por qué es que las relaciones en la iglesia son tan esenciales para el crecimiento del carácter?  
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9. In what area of your life do you most need a “new set of clothes”?  
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9. . ¿En qué área de tu vida necesitas más una “nueva mudada de ropa”?  
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''The Pursuit of Holiness ''by Jerry Bridges (Colorado Springs, CO: NavPress, 1978)  
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''The Pursuit of Holiness ''por Jerry Bridges (Colorado Springs, CO: NavPress, 1978)  
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''The Practice of Godliness ''by Jerry Bridges (Colorado Springs, CO: NavPress, 1983)  
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''Holiness ''by J.C. Ryle (Welwyn, Hertfordshire, England: Evangelical Press, 1979)  
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''The Enemy Within ''by Kris Lundgaard (Phillipsburg, NJ: P&amp;R Publishing, 1998)  
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''The Enemy Within ''por Kris Lundgaard (Phillipsburg, NJ: P&amp;R Publishing, 1998)  
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=== References ===
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=== Referencias ===
<references />
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Current revision as of 16:16, 18 July 2008

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En su libro titulado A Nation of Victims: The Decay of American Character [Una nación de víctimas: El desmoronamiento del carácter americano], el autor Charles Sykes hace la siguiente observación: “A través del siglo pasado, el triunfo del pensamiento terapéutico ha sido tan completo que con frecuencia se pasa por alto; lo que comenzó con el Dr. Freud es ahora lo básico de los programas de charla por la televisión durante el día, rutina en la política, casi reflexivo en asuntos de justicia criminal y ética”.[1]

Ya que haya oído o no haya oído la frase, sin duda se ha encontrado con el pensamiento terapéutico. Se ve en la sala tribunal cuando el abogado del asesino en serie pide lenidad a base de que su cliente fue rutinariamente abusado por su padre alcohólico. Dice que la mayoría de nosotros nos criamos en familias “disfuncionales”, ofreciendo así una explicación y excusa por nuestro comportamiento. En vez de enfatizar la responsabilidad personal, subraya la manera en que hemos sido psicológicamente afectados por nuestro ambiente. Como nota el científico social Dr. James Deese, el pensamiento terapéutico “está tan arraigado en las actitudes americanas modernas que apenas se puede desafiar.”[2]

Medita en Colosenses 2:8. ¿Cómo podemos protegernos para no ser tomados cautivos?

Sorprendentemente, la única institución que está mejor equipada para desafiar la tendencia terapéutica en realidad ha contribuido a su popularidad. Hablo de la Iglesia. En vez de exponer los errores de la psicoterapia, la Iglesia americana en la mayoría de los casos ha dado una aceptación sin crítico...aunque hay algunas francas excepciones. En su libro Biblical Medical Ethics, el Dr. Franklin Payne comenta, “La psicoterapia, como psicología y psiquiatría, necesita el más crítico y detallado examen por los cristianos evangélicos...Muchos cristianos son más influenciados por los conceptos de los psicoterapistas seculares que por la Palabra de Dios.”[3]

Los cristianos evangélicos y carismáticos tienen fronteras sin protección por las que las ideas psicológicas se deslizan fácilmente.[4]
—William Kilpatrick

He conocido a muchos de los cristianos que el Dr. Payne está describiendo. No hace mucho se me pidió que predicara en un retiro de hombres en otra iglesia. Al final de una sesión se me acercó un hombre que se me presentó y luego comenzó a hablarme de su situación difícil. Se había criado en una familia disfuncional. Era co-dependiente. Padecía de muy baja autoestima. En el espacio de los primeros dos minutos usó casi todas las palabras psicológicas de moda que existen.

Fue un encuentro incómodo. Yo no estaba ansioso por discrepar con él. Nunca lo había conocido antes, y quería que él experimentara mi cuidado e interés. Pero a medida que seguía y seguía parecía obvio que él daba por hecho de que yo estaba de acuerdo con él. Y no era así. ¿Por qué? Aunque él hablaba un impecable psicoparloteo, su diagnosis omitía toda referencia a la palabra con “P”. . . .

1¿Qué cosas en la vida de Jesús podrían hacer que un asesor le recomiende que se una al movimiento de recuperación?




Pecado.

Dichas omisiones lamentablemente son la norma hoy en la literatura cristiana popular y en los programas de charla por la radio. Vamos tras una comprensión más profunda de nosotros mismos (como la define el movimiento de recuperación) en vez de una convicción más profunda del pecado (como la define la Escritura). Nos interesamos más en nuestras propias necesidades y sentimientos que en el carácter y los mandamientos de Dios. No es de sorprender que no estamos madurando como Él quiere.

Nuestro Problema Más Serio

Escribiendo hace un siglo, J.C. Ryle ofreció una aguda pero sencilla explicación por las deficiencias que observó en la Iglesia: “Las confusas o indistintas opiniones sobre el pecado son el origen de la mayoría de los errores, herejías, y falsas doctrinas de los días presentes...yo creo que una de las principales necesidades de la Iglesia en el siglo diecinueve ha sido, y es, una enseñanza más clara, más plena sobre el pecado.”[5]Si esto era cierto durante su generación, cuánto más cierto es hoy.

Pero hemos ido un paso más allá. La enseñanza contemporánea sobre la autoestima ha reemplazado a la doctrina del pecado. Considera esta declaración de un autor bien conocido:

No creo que se haya hecho nada en el nombre de Cristo ni bajo la bandera del cristianismo que haya probado ser más destructivo para la personalidad humana, y por tanto contraproductivo al esfuerzo evangelístico, que la no cristiana, inculta estrategia de tratar de hacer que la gente se dé cuenta de su condición perdida y pecaminosa.[6]

Decir que nuestra primera necesidad en la vida es aprender sobre el pecado podría sonar extraño, pero en el sentido deseado es profundamente cierto. Si tú no has aprendido sobre el pecado, no puedes entenderte a ti mismo, ni a los demás, ni el mundo en que vives, ni la fe cristiana. Y no le podrás encontrar sentido a la Biblia. Porque la Biblia es una exposición de la respuesta de Dios al problema del pecado humano, y a menos que tengas ese problema claramente ante ti, seguirás perdiendo el punto de lo que dice...por lo tanto, está claro que necesitamos fijar nuestra mente en lo que nuestros antepasado hubieran llamado ‘claras opiniones sobre el pecado’.[7]
— J.I. Packer

Este pastor dice que llamar al pecado “rebelión contra Dios” es “superficial y un insulto al ser humano”.[8] Su convicción acerca del inherente valor del hombre lo lleva a la singular conclusión de que una nueva “reforma” está en orden. Mientras que el énfasis de Martín Lutero en la salvación por gracia a través de la fe transformó a la Iglesia en el siglo dieciséis, dice él, las iglesias de hoy deben reconocer el derecho sagrado de autoestima que tienen todas las personas.

Yo no pongo en duda la sinceridad del hombre, pero sus declaraciones son falsas. De hecho, son falsa doctrina. El énfasis moderno en la autoestima se ha convertido en una alternativa inaceptable para las doctrinas bíblicas de justificación y santificación.

Justificación. Jesús no murió en la cruz para mejorar nuestra autoestima. Él murió para expiar por nuestro pecado. Y aún así la cruz nos enseña una crucial lección sobre nuestro valor: Cada uno de nosotros merecemos la ira de Dios. Como manifestación de la inmerecida misericordia de Dios, la cruz revela la profundidad y la seriedad de nuestro pecado. Anthony Hoekema señala esto:

Para más estudio: La NIV Complete Concordance ofrece una lista de 466 veces en las que aparece la palabra “pecado” (o un derivativo) en la Escritura. Para un entendimiento bíblico de este vital tema...simplemente comienza a leer.

En el mundo de hoy hay poco énfasis en la doctrina bíblica del pecado. Pero la persona con un frívolo sentido del pecado y de la ira de Dios contra nuestro pecado ni sentirá la necesidad de ni comprenderá la doctrina bíblica de la justificación. Cuando el pecado se ignora, se minimiza, o se redefine ya no vivimos conscientes de nuestra desesperante necesidad de Jesucristo ni apreciamos lo que Él hizo en la cruz por nosotros.[9]

A menos que comprendamos la naturaleza del pecado y cuán ofensivo es a Dios, jamás entenderemos por qué la cruz fue necesaria. Jamás nos maravillaremos ante la gracia.

Con frecuencia he oído decir, ‘Si yo hubiera sido la única persona en la tierra, Jesús con todo hubiera muerto por mí’. Aunque nuestro Señor hubiera dado su vida por solamente una persona, ciertamente no hubiera sido porque esa persona fuera tan valiosa, sino porque Dios es clemente. Por lo tanto, algo así apenas debe considerarse como una fuente de orgullo o de valor propio. Que yo arguya que Jesús hubiera muerto por mí aunque yo fuera la única persona en la tierra simplemente indica que solamente mis pecados, sin el resto de ustedes para contribuir su parte, eran suficientes para exigir el severo castigo que Jesucristo asumió en mi lugar. Ante esa realidad, debemos llorar por el desinteresado sacrificio de nuestro Señor en vez de encontrar en ella una oportunidad más para sentirnos bien con nosotros mismos.[10]
—Dan Matzat

Santificación.Un claro entendimiento de la doctrina del pecado también es imperativo para la santificación. La Escritura revela que nuestro estorbo más serio para el crecimiento es el pecado contra Dios. El movimiento de recuperación, por otro lado, insiste en que las necesidades sin atender, el dolor, las emociones dañadas, o la baja autoestima son la raíz de nuestras dificultades. Las dos conclusiones están irreconciliablemente opuestas.

Para más estudio: Muchas de las referencias que hace la Biblia a la compasión de Dios se pueden encontrar en los Salmos (9:12,18; 34:18; 147:3) y en Isaías (49:13; 61:1).

No estoy negando la realidad ni la severidad del dolor que experimentamos cuando los demás pecan contra nosotros. Es crítico que no se me entiendas mal aquí. La Biblia hace numerosas referencias a los que están afligidos y oprimidos. Pero por favor comprende: El dolor no es nuestro problema principal. Jesús dijo, “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona” (Mr 7:21-23; ve también Stg 1:14-15).

Demasiados de nosotros “sentimos la realidad de nuestras heridas más que el hecho de nuestro pecado”.[11] Pero si nosotros genuinamente queremos conformarnos a la imagen de Jesucristo, esto tendrá que cambiar. Nuestra libertad y madurez dependen de ello. El modelo terapéutico da un mal diagnóstico de nuestro problema principal, y por tanto prueba ser incapaz de ofrecer una solución eficaz. Pero una vez que reconocemos el pecado como la fuente de nuestro problema, de repente tenemos una solución bíblica y esperanza bíblica para cambiar. Esta se llama la doctrina de la santificación.

Poda Tu Propio Césped

La santificación es un proceso de arrepentimiento que dura toda la vida (no de recuperación) y obediencia (no sanidad interna) que resulta en santidad (no integridad) para la gloria de Dios (no la satisfacción personal). Esta doctrina es sucintamente expresada en Colosenses 3:1-17. Si todavía no lo has hecho, por favor toma un minuto para leer ese pasaje antes de continuar.

Medita en Colosenses 1:15-20. Juzgando por esta descripción, ¿crees que Jesús es suficiente para regenerarte y redimirte?

Es importante ver la transición que Pablo hace en este tercer capítulo. Los primeros dos capítulos de Colosenses enfatizan la supremacía y suficiencia de Cristo. Él enfatiza esto otra vez al comienzo del capítulo 3. Pablo conscientemente evitó enseñar a los colosenses sobre la santificación antes de que primero entendieran la obra de Cristo por ellos y dentro de ellos. Hasta que captaran lo que significa ser reconciliados con y regenerados por Dios, él sabía que no serían debidamente motivados por la gracia.

Ni nosotros tampoco. Esto es porque el segundo y el tercer capítulos de este libro subrayan la regeneración y nuestra unión con Cristo. También hemos escrito un libro sobre la doctrina de la justificación llamado This Great Salvation [Esta gran salvación]. Como Pablo, queremos motivar por gracia. Una vez se ha establecido ese fundamento, entonces podemos ir tras la santidad sin desviarnos hacia el legalismo o el libertinaje.

Pablo define el proceso de la santificación con dos sorprendentes frases: Debemos “abandonar” el pecado y “revestirnos” de rectitud (Col 3:8,12). Es sólo por lo que Cristo ha logrado en la cruz y el milagro de regeneración que podemos obedecer estos mandamientos. Y sin embargo esos dos imperativos sobrenaturales ahora nos dejan sin excusa. Si la gracia no resulta en santidad, entonces no hemos entendido correctamente lo que es la gracia. Dios totalmente espera que cambiemos, crezcamos, y maduremos. Como exhorta F.F. Bruce, “Ahora sean (en práctica de verdad) lo que saben que son (por un acto divino)”.[12]

Aunque el poder para tener un carácter santo viene de Cristo, la responsabilidad de desarrollar y exhibir ese carácter es nuestra. Este principio parece ser uno de los más difíciles de entender y aplicar. Un día sentimos nuestra responsabilidad personal y tratamos de vivir una vida santa en la fortaleza de nuestra propia fuerza de voluntad. El próximo día, dándonos cuenta de la futilidad de confiar en nosotros mismos, lo entregamos todo a Cristo y renunciamos a nuestra responsabilidad que está fijada en la Escritura. Necesitamos aprender que la Biblia enseña total responsabilidad y total dependencia en todos los aspectos de la vida cristiana.[13]
— Jerry Bridges

Por favor fíjate que Pablo dice que debemos “abandonar” y “revestirnos”. Tenemos el privilegio y la responsabilidad de participar en el cambio. Aunque la santificación no es una obra menos sobrenatural del Espíritu Santo que la regeneración, hay una diferencia fundamental: en la santificación tenemos un papel crítico. “Dios obra en nosotros y con nosotros”, dijo el gran pastor puritano John Owen, “no en contra de nosotros ni sin nosotros”.

Para más estudio: ¿Cómo contestarías a alguien que concluyera que “todo esfuerzo es malo” después de leer Zacarías 4:6?

Frases como “Deja de tratar y comienza a confiar” o “Desiste y deja que Dios” se prestan para imprimir en placas populares pero expresan una mala teología. Los que dicen que “Todo esfuerzo es malo” se equivocan tristemente. En realidad, la Biblia nos instruye a que busquemos “la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb 12:14). Esta es esfuerzo motivado por gracia, por supuesto, no obstante es esfuerzo. Dios no nos ha dicho que oremos o que simplemente confiemos en Él para recibir santidad; Él dice, “ejercítate en la piedad” (1Ti 4:7). Hemos de obedecer en el poder del Espíritu Santo.

Pablo clarifica esta combinación de la obra de Dios con nuestra responsabilidad cuando escribe, “lleven a cabo su salvación (no trabajen para) con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad” (Fil 2:12-13). Aunque nuestro esfuerzo aparte de la obra de Dios sería inútil, la santificación no se puede delegar a Dios. Cada uno de nosotros debe podar su propio césped.

¿Qué forma toma nuestra responsabilidad? ¿Cómo cumplimos con el mandamiento bíblico de deshacernos del pecado? La Escritura ofrece una estrategia de dos partes.

Estrategia #1: Atacar el Pecado

Me encanta la postura ofensiva contra el pecado del Nuevo Testamento. En ninguna parte es eso más evidente que en el mandamiento terso del apóstol Pablo a los colosenses: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal” (Col 3:5). En la batalla por la santidad personal, la agresividad es tanto un mandamiento como una necesidad. Debemos ser implacables. Debemos ir al ataque.

Necesitamos cultivar en nuestro propio corazón el mismo odio al pecado que tiene Dios. El odio al pecado como pecado, no sólo como algo inquietante o destructivo para nosotros, sino como algo desagradable a Dios, yace en la raíz de toda santidad.[14]
— Jerry Bridges


Pablo usa aquí una violenta metáfora no simplemente para captar nuestra atención sino para subrayar un aspecto crítico de la santificación. Hemos de matar cualquiera y toda manifestación de pecado en nuestro corazón. Debemos tomar la iniciativa para matar el pecado a diario.

Jesús llegó hasta decir, “si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno” (Mt 5:29). Él también recomendó amputarse una mano por la misma razón. ¿Jesús ordenaba una mutilación de verdad aquí? Yo creo que no, porque la mano o el ojo no es la causa principal. Jesús a propósito usó imágenes vivas para decir: Debemos reconocer la seriedad del pecado y tratar decisivamente con él. Resistir el pecado cuando somos tentados no es suficiente. Debemos dar pasos drásticos para atacar y matar el pecado en nuestra vida. John Owen nos exhorta a ir tras “una victoria sobre él, e ir tras una conquista completa... el pecado no morirá de otra manera, sino sólo al ser gradual y constantemente debilitado; si lo excusas, él sana sus heridas y recobra fuerza”.[15]

La disciplina espiritual de dar muerte al pecado, de otra manera conocida como mortificación, es una área muy descuidada de la verdad. La mayoría de nosotros tenemos tanta familiaridad con este tema como con las letrinas. “Nuestros padres hablaban de mortificar el pecado”, nota Sinclair Ferguson.[16] And J.I. Packer laments, “It is a theme on which no contemporary writing of significance seems to be available.”[17] Eso no es sorprendente, pero es revelador. ¿Puedes imaginarte un libro titulado ¡Muerte al pecado! como un éxito de librería?

Podemos tomar consuelo para nuestra alma si sabemos algo de la lucha y el conflicto interno. Es el invariable compañero de la genuina santidad cristiana...¿Encontramos en lo más profundo de nuestro corazón una lucha espiritual? ¿Sentimos algo de la carne que codicia contra el espíritu y el espíritu contra la carne...? ¿Nos damos cuenta de dos principios dentro de nosotros que contienden para dominar? ¿Sentimos algo de la guerra en nuestro hombre interior? Bueno, ¡demos gracias a Dios por ello! Es una buena señal. Muy probablemente es evidencia de la gran obra de la santificación...Evidentemente no somos amigos de Satanás...El mero hecho de que él nos asalta debe llenar nuestra mente de esperanza.[18]
— J.C. Ryle
Medita en 2 Corintios 10:3-5. En términos de guerra espiritual, ¿Pablo era un “halcón” o una “paloma”?

La mortificación no es popular porque tiende a ser difícil. Pregunta a la persona que está tratando de someterse alegremente a un jefe que repetidamente le ha negado un ascenso bien merecido. Pregunta a la pareja de recién convertidos, que están sin casarse y que ahora deben controlar los deseos sexuales que han gratificado por años. Pero escucha: esto no es un fin de semana de golf. Esta es una guerra. La santidad y el discipulado son guerra.

Atacar el pecado no es algo complejo. Y aunque yo quiero decir esto con sensibilidad, también quiero decirlo con firmeza: Tu habilidad para atacar el pecado no depende de tu pasado. No tenemos ninguna excusa aceptable para el pecado. Nunca se considera como una debilidad comprensible.

Vivir como cristiano quiere decir vivir en las trincheras. Sinclair Ferguson lo dice tan bien como lo podría decir cualquiera:

¿Qué es, entonces, esto de matar el pecado? Es la constante batalla contra el pecado que debemos llevar a diario - negarse a permitir que el ojo desvaríe, que la mente contemple, que los afectos vayan tras cualquier cosa que nos apartará de Cristo. Es el deliberado rechazo de todo pecaminoso pensamiento, sugerencia, deseo, aspiración, hecho, circunstancia o provocación en el momento en que nos damos cuenta de su existencia. Es el consistente esfuerzo por hacer todo lo que está en nuestro poder para debilitar el apretón que tiene el pecado en general, y sus manifestaciones en nuestra propia vida en particular. No se logra con sólo decir “no” a lo que es malo, sino con una determinada aceptación de todas las buenas y espiritualmente nutritivas disciplinas del evangelio.[19]

Medita en Gálatas 5:16-17. ¿Por qué todo cristiano genuino experimenta inquietud interna?

¿Describe esto tu actitud? ¿Hacia cuál fin están dirigidas principalmente tus energías, recreación o justicia? ¿Indulgencia a sí mismo o control de sí mismo? ¿Estás preparado para hacer lo que sea necesario para ganar la guerra? Si así es, ¿cuál es tu estrategia para atacar el pecado en tu vida ahora mismo?

Estrategia #2: Evitar el Pecado

Atacar el pecado no es todo lo que incluye el proceso de santificación. Debemos también evitar el pecado. Como seguidores de Jesucristo, somos llamados a una vida que se distingue de la cultura que nos rodea: “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación” (2Co 7:1). ¿Cuáles son estas promesas que nos motivan a purificarnos y a buscar la santidad? La propia oferta de Dios de estar singularmente presente entre su pueblo a medida que nos separamos del mundo: “Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo” (2Co 6:16).

Para más estudio: Lee Santiago 1:27. ¿Puedes escribir dos o tres maneras específicas en las que el cristiano podría ser “corrompido por el mundo”?

En un sentido, sería más fácil si Dios nos dijera que nos separáramos físicamente de la cultura. Pero Dios específicamente prohíbe eso (1Co 5:9-10), y por el contrario nos nombra embajadores (2Co 5:18-20). Ningún embajador trabaja con efectividad si está aislado. Hemos de relacionarnos con nuestra cultura sin reflejar nuestra cultura, siempre navegando entre lo secular y lo justo.

Nuestra carne constantemente nos ruega que seamos indulgentes, pero Pablo nos dice “no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa” (Ro 13:14). Eso quiere decir distanciarnos de todo lo que nos pueda tentar para pecar. Pablo dijo lo mismo a los corintios en términos más claros: “Huyan de la inmoralidad sexual” (1Co 6:18)...no dijo luchen con ella.

Aunque José vivió mucho antes que fuera escrito el Nuevo Testamento, él es un ejemplo de la manera en que debemos evitar el pecado (Gn 39:6-20). Por algún tiempo la esposa de su amo había tratado de seducirlo. Por fin, frustrada por la integridad de él, ella lo asió del manto y le dijo, “¡Acuéstate conmigo!”.

2 Cuando la tentación llega, tenemos dos reacciones básicas: luchar o huir. Marca lo que tú crees que sería la correcta reacción ante cada una de las tentaciones de la lista siguiente:

Repentino temor de que alguien se meterá a robar en tu casa
❏Luchar ❏Huir

Curiosidad por el número de la revista Playboy sobre la política del Medio Oriente
❏Luchar ❏Huir

Deseo de “entrar en hibernación” cuando los amigos te decepcionan
❏Luchar ❏Huir

Fuerte sentido de ira cuando tu hijo derrama tu café
❏Luchar ❏Huir

Deseo de pasar por el bar (cantina) “sólo para ver a los viejos amigos”
❏Luchar ❏Huir

Ahora, José pudo haber visto esto como una cita divina. Pudo haber pensado: “Esta podría ser la oportunidad ideal para compartir con ella lo que Dios ha hecho en mi vida”. Pero él no coqueteó con la tentación. Ni siquiera lucho con ella. Simplemente huyó, dejando a la esposa de Potifar con el manto en la mano.

Me puedo imaginar uno de los criados caminando afuera de la casa cuando de repente, ¡gush! Una borrosa imagen humana sale por la puerta como un relámpago a una velocidad increíble.

-¿Qué fue eso?

José. El hombre de Dios. Corriendo para salvarse la vida.

-¡Señor!- dice sin aliento después de correr media milla. -¡Ayúdame!-

-Te estoy ayudando. Sólo sigue corriendo. Aléjate de esa mujer lo más que puedas-.

Es algo inteligente huir de la tentación. Es algo idiota quedarse ahí parado y tratar de vencerla con una mirada intensa. Sin embargo, algunos hubieran respondido a la situación de José de esta manera:

Esforzarse por conocer las maneras, tretas, métodos, ventajas, y ocasiones del éxito del pecado es el comienzo a esta guerra.[20]
— John Owen

-Dios, siento que la tentación comienza a desarrollarse. Clamo a ti, Señor. Por favor líbrame de esta situación.-

-Yo voy a librarte,- dice Dios. -¡Corre!-

-Señor, confío en que tú me librarás. Líbrame ahora mismo de sentir esta lujuria.-

-Esto no sucederá hasta que yo no vuelva, y no voy a volver en los próximos cinco minutos. Así que ¡a correr, Don Cabeza de Papa!-

-Señor, te doy gracias. Tú me has hecho nacer de nuevo, y yo sé que tu poder obra en mí. Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo.-

-Sí, así es, y el Mayor te está diciendo, ‘¡Muévete!’ ¡Mueve el cuerpo y muévelo ya!-

Si tomas en serio la santificación, no estarás tratando de ver cuánto te puedes acercar a la orilla de la acera. Estarás preparado para conducir al otro lado de la calle, si es necesario, para evitar el pecado. Y en las áreas en las que sabes que eres vulnerable, estarás obedeciendo el mandamiento de Jesús: “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación” (Mt 26:41).

Medita en 1 Timoteo 6:11. ¿Cuánto tiempo te toma, como promedio, para huir de la tentación una vez la has reconocido?

Necesitamos cultivar la habilidad de discernir dónde es que nos inclinamos más a pecar. De esa manera podremos desarrollar una estrategia para evitar la tentación. Las áreas de vulnerabilidad serán diferentes, pero cuidarse no es una opción para ninguno de nosotros.

¿En qué área(s) necesitas desarrollar una estrategia para evitar? Quizás puedas comenzar con cualquier cosa que hayas estado pensando al leer esta sección.

Una Nueva Mudada de Ropa

Como vimos anteriormente en Colosenses, quitarnos el pecado es sólo la mitad de la ecuación. Pablo nos exhorta, “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia” (Col 3:12). No sólo debemos quitarnos el pecado, sino que debemos revestirnos de justicia (Ef 4:22-24).

“Estos dos factores”, escribe Jay Adams, “siempre deben estar presentes para poder efectuar genuino cambio. El quitarse no será permanente sin el revestirse. Revestirse es algo hipócrita y temporal, a menos que vaya acompañado de quitarse...La santificación continúa mientras el creyente a diario se aparta del pecado / a la justicia”.[21]

Para más estudio: Lee Apocalipsis 3:4-6. ¿Puedes identificar cuatro promesas en este pasaje?

Por ejemplo, si Dios ha expuesto el materialismo o la avaricia en tu corazón, arrepiéntete y luego comienza sistemáticamente a reemplazarlo con la generosidad. Comienza con pagar fielmente el diezmo a tu iglesia local; añade a eso las ofrendas, y busca oportunidades de dar en secreto también. Quizás tiendes a criticar a los demás. Si así es, confiesa el pecado de orgullo y conscientemente enfócate en animar y honrar a los demás. Si el egoísmo es un tema recurrente, ponte en situaciones que te exijan servir.

Lo que debe ser inmediatamente obvio es que el carácter no se puede desarrollar ni refinar en el aislamiento. Para cultivar una vida de justicia y fructífera necesitamos el contexto de una iglesia local. Por ejemplo, puedo ser un modelo de paciencia...con tal que esté solo. Puedo pasar días estudiando el tema de la compasión sin nunca encontrarme con alguien que necesite cuidado. A menos que tenga interacción con los demás soy simplemente incapaz de juzgar dónde es que necesito crecer.

El hecho es que hay muy pocos rasgos como los de Cristo que podemos desarrollar aparte de las relaciones en la iglesia. ¡Necesitamos gente para practicar! Si deseamos cambiar, nos comprometeremos con una iglesia donde los individuos toman en serio las exhortaciones bíblicas de animar y corregir.

3 Después de leer Colosenses 3:12-17, elige el rasgo de carácter cristiano que se menciona ahí (humildad, amabilidad, etc.) que más te gustaría desarrollar. Durante la próxima semana o dos, aparta tanto como cinco momentos devocionales para meditar sobre las Escrituras que subrayan esa área. También, pide a Dios maneras específicas de aplicar lo que aprendas.

Character Trait:


Día uno:
Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación


Día dos: Two:
Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación


Día tres:
Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación


Día cuatro:
Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación


Día cinco:
Escritura(s)---------------------------Nueva percepción---------------------------Aplicación



Como quizás ya habrás percibido hasta ahora, luchar contra el pecado no sucede sin esfuerzo. Incluye la genuina confesión, el arrepentimiento, la obediencia a la Escritura, la responsabilidad ante los demás, y la consistente práctica de las disciplinas espirituales. También necesitarás valor y perseverancia. “No hay caminos rápidos ni fáciles hacia la madurez espiritual”, dice R.C. Sproul. “El alma que busca un nivel más profundo de madurez debe estar preparada para una larga, ardua tarea”.[22]

Es parte de la sana experiencia cristiana gozar de un continuo grado de liberación de los pecados...Pocas cosas dan al cristiano tanto alivio y ánimo como el recuerdo de pecados que una vez lo dominaban, pero que ha conquistado por el poder el Espíritu de Dios.[23]
— J.I. Packer

Pero ¿sabes cómo se siente crecer? ¿Sentir el placer y la presencia de Dios? ¿Oír su voz? ¿Saber que estás contribuyendo al avance de su reino? Nada se compara con esa experiencia. Y esta es la admirable recompensa de Dios para todos los que están dispuestos a quitarse el pecado y revestirse de justicia.

Permíteme impartir nueva esperanza en ti. No importa lo que hayas experimentado en el pasado, - por la gracia de Dios - puedes cambiar. Por medio de una determinada estrategia para atacar y evitar el pecado y al revestirte de justicia, puedes ser una persona dramáticamente distinta para estos días el próximo año.

Dicusión Grupo

1. Imagínate que estás en el jurado enjuiciando al asesino en serie que se menciona en la página . Está claro que el hombre fue golpeado con frecuencia por su padre que era alcohólico durante la niñez. ¿Cuánto influenciaría eso tu veredicto?

2. “Nos hemos interesado más por nuestras propias necesidades y sentimientos que por el carácter y los mandamientos de Dios”, dice el autor. (Página ) ¿Cuál es un ejemplo?

3. ¿Qué significa para ti autoestima?

4. ¿El mensaje de la cruz te hace sentir más o menos seguro respecto a tu identidad?

5. ¿Por qué es que el movimiento de recuperación es incapaz de subsanar nuestras necesidades más profundas?

6. Identifica el problema que está en la raíz de cada una de las siguientes situaciones:
-Desde que fue violada en la universidad, a Ana le han disgustado y ha desconfiado mucho de los hombres
-Guillermo quiere un divorcio porque su esposa le demuestra muy poco afecto
-Cuando está bajo intensa presión, María alienta pensamientos de suicidio
-Roberto, que creció visitando a su padre solamente los fines de semana, es un adicto al trabajo

7. . ¿Cuál es la mayor distinción entre la santificación y la regeneración?

8. ¿Por qué es que las relaciones en la iglesia son tan esenciales para el crecimiento del carácter?

9. . ¿En qué área de tu vida necesitas más una “nueva mudada de ropa”?

Recommended Reading

The Pursuit of Holiness por Jerry Bridges (Colorado Springs, CO: NavPress, 1978)

The Practice of Godliness por Jerry Bridges (Colorado Springs, CO: NavPress, 1983)

Holiness por J.C. Ryle (Welwyn, Hertfordshire, England: Evangelical Press, 1979)

The Enemy Within por Kris Lundgaard (Phillipsburg, NJ: P&R Publishing, 1998)

Referencias

  1. Charles J. Sykes, A Nation of Victims: The Decay of the American Character (New York, NY: St. Martin’s Press, 1992), p. 33.
  2. Idem.
  3. Franklin E. Payne, Jr., M.D., Biblical/Medical Ethics: The Christian and the Practice of Medicine (Milford, MI: Mott Media, Inc., 1985), p. 155.
  4. William K. Kilpatrick, Psychological Seduction: The Failure of Modern Psychology (Nashville, TN: Thomas Nelson, Inc., 1983), p. 24.
  5. J.C. Ryle, Holiness (Welwyn, Hertfordshire, England: Evangelical Press, 1979), p. 1.
  6. Robert Schuller, citado por Michael Scott Horton en Made in America: The Shaping of Modern American Evangelicalism (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1991), p. 78.
  7. J.I. Packer, God’s Words (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1981), p. 71.
  8. Citado en Anthony A. Hoekema, Created in God’s Image (Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1986), p. 106.
  9. Anthony A. Hoekema, Saved by Grace (Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1989), p. 153.
  10. Dan Matzat, et al., Power Religion: The Selling Out of the Evangelical Church?, Michael Scott Horton, ed. (Chicago, IL: Moody Press, 1992), p. 256.
  11. Larry Crabb, Men and Women (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1991), p. 114.
  12. F.F. Bruce, The New International Commentary on the New Testament: Colossians, Philemon, and Ephesians (Grand Rapids, MI: Eerdmans Publishing Co., 1984), p. 140.
  13. Jerry Bridges, The Practice of Godliness (Colorado Springs, CO: NavPress, 1983), pp. 75-76.
  14. Jerry Bridges, The Pursuit of Holiness (Colorado Springs, CO: NavPress, 1978), p. 32.
  15. Citado en Packer, God’s Words, pp.184-185.
  16. Sinclair Ferguson, The Christian Life (Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 1989), p. 158.
  17. J.I. Packer, God’s Words, p. 182.
  18. J.C. Ryle, Holiness, p. 55.
  19. Sinclair Ferguson, The Christian Life, p. 162.
  20. John Owen, Temptation and Sin (Evansville, IN: Sovereign Grace Book Club, edición reimpresa, 1958), p. 31.
  21. Jay E. Adams, The Christian Counselor’s Manual (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1973), pp. 177, 179.
  22. R.C. Sproul, The Soul’s Quest for God (Wheaton, IL: Tyndale House, 1992), p. 7.
  23. J.I. Packer, God’s Words, p. 185.
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