Worship the King/es
From Gospel Translations
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- | {{ | + | {{info|Adoración del Rey}}¿Por qué los estadounidenses están tan fascinados con la familia real británica? Aunque no me gusta aceptarlo, comparto este encanto. Aún puedo recordar la opulencia de la boda de Carlos y Diana. También puedo ver el lujoso auto arrugado en un túnel francés donde Diana falleció. Ahora enfoquémonos en los hijos de Diana, William y Harry. |
- | + | ¿Por qué existe este perdurable interés? probablemente, sea nuestra obsesión con los “Estilos de vida de los ricos y famosos.” Pero con la “Realeza”, no solamente es un asunto de dinero; ellos también son los representantes de mucha historia, tradición y magnificencia. | |
- | + | Pero para mí el aspecto más interesante de estos monarcas, es que ¡nadie tiene que obedecerles! Sus vidas tienen poca congruencia con sus títulos. La Reina, por ejemplo, no es realmente la “reina imperial que ejerce sus funciones como tal” Ellos juegan su papel en un gran escenario ante un público estupefacto. Este es el espectáculo original de TV sobre la realidad. | |
- | + | El concepto de “monarquía” es inaceptable para los democráticos, autónomos modernos. No aceptaríamos una monarquía, pero si tuviésemos que hacerlo, la “realeza” británica sería la ideal. | |
- | + | Cristo es una clase de monarca radicalmente diferente. Él realmente es el Rey— universal. Aún cuando, se pregunte, “¿Cuál es nuestra actitud fiel hacia su monarquía?” Muchas personas intelectualmente están de acuerdo con la realidad de su Dominio, pero prácticamente no viven de esa forma. En la revista Tabletalk, se expresa algo más sobre este tema: “¿Cómo refleja nuestra adoración la glorificación del Rey Jesús?” La tendencia de la adoración de la iglesia moderna le da importancia a esta pregunta. | |
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+ | El sujeto de la adoración siempre debe empezar con Dios. La adoración se refiere principalmente a Dios. Esto es algo que entregamos a Dios. En los idiomas originales de la las Sagradas Escrituras, “adoración” tiene, casi uniformemente, el significado de reverencia, honra o servicio a Dios. Él es el punto. | ||
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+ | Las personas modernas tienen la tendencia de adorar como si se tratara principalmente de nosotros o de lo que Dios nos da. El Señor se llena de alborozo al bendecir a sus hijos. Pero Dios busca creyentes que lo adoren a Él en el Espíritu y en la Verdad (Juan 4:23–24). Si tan sólo pudiésemos asimilar este principio: Esa es precisamente la interpretación bíblica, adoración fiel, que Jesús bendice a sus seguidores. Los Creyentes tienen un vínculo primordial con el Cristo victorioso y reinante. Como lo expresa el cántico de alabanza antiguo, “Yo soy de Él y Él es mío.” Entre más nos concentremos en su sabiduría, poder y amor, más seguros estaremos. ¡Nos damos cuenta nuevamente que el Rey Jesús es capaz de cuidar nuestras diminutas vidas! Glorificar a Cristo es nuestra propia respuesta hacia Él y también fuente de comodidad y estímulo. | ||
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+ | El reino de Jesús es universal y absoluto. Usted no lo elige a Él ni valida su reino. Como tampoco Él es un Rey a quien usted pueda ignorar indefinidamente. Filipenses 2:5–11 nos enseña que Cristo fue humillado al haber actuado como un ser humano y haber padecido la muerte. Pero luego Él fue gloriosamente exaltado por el Padre. | ||
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+ | La exaltación del Padre hacia el hijo nos debería motivar a exaltar a Cristo en la adoración. ¿Adoraremos a Cristo como si su reinado fuese real? Muchos cristianos no lo harán. Al tratar de buscar paz interior a través de una clase de modelo “terapéutico” de adoración, ellos pierden la fuente más grande paz: ¡el enfoque completo en nuestra unión vital con la victoria de nuestro Rey Jesús! | ||
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+ | ¿Qué le diría a un Rey soberano si estuviese en su presencia? ¿Hablaría “una y otra vez” sobre usted? ¡por supuesto que no! sería muy prudente al hablarle a Él sobre su grandeza. Usted ensalzaría sus atributos. Y hablaría de sus grandes realizaciones. Solamente después de esto, usted discutiría su situación personal. El centro principal sería ÉL. | ||
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+ | De tal forma que en la actualidad, mucha adoración tiene importancia para ir ante el Rey Jesús y centrarnos en nosotros mismos y en nuestras necesidades. Esto se puede convertir en algo centrado en la persona. La adoración es como una terapia, arraigada en lo que yo recibo, más que en lo que yo entrego al Cristo sublime. | ||
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+ | El difunto Dr. D. Martyn Lloyd-Jones solía decir que el propósito de la adoración y la predicación era “transmitir un sentido de Dios.” Si eso es verdad, es algo superior que adoremos, tanto en privado como en público, en una forma que transmita lo que Cristo realmente es. | ||
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+ | Como los redimidos, deberíamos desear entrañablemente aclamar la grandeza de ÉL. Deberíamos atemorizarnos con su esplendor y majestuosidad. Deberíamos reverenciarlo espiritualmente ante su autoridad y poder. Deberíamos regocijarnos en sus actos poderosos, porque la suma total es nuestra salvación. ¡Estas son las cosas que necesitamos para “seguir avanzando” en la adoración! | ||
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+ | Cuando esta exaltación sea prominente en nuestra adoración, algo pasa en nosotros. Adquirimos confianza y paz porque el Señor Cristo es nuestro Cristo. Nos volvemos más humildes ante su grandeza y más abiertos a su trabajo en nuestra vidas. Cuando el Señor sea más grande en nuestros ojos, nuestros problemas disminuirán. ¡Cada uno de nosotros necesita desesperadamente la exaltación de Cristo en la adoración! | ||
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+ | No comparto que todo lo relacionado con adoración “contemporánea” es incorrecto. El beneficio de este movimiento ha sido el enfoque sobre la intimidad con Dios. ¿Pero debemos perder nuestro enfoque en la gloria del reinado de Cristo para obtener dicha intimidad? ¿Debemos perder la vista del trono para percibir su amor? ¡Puede que esto nunca pase! Nuestro Jesús, quién nos ama, debe ser adorado como el Rey exaltado. Cualquier cosa inferior es menor que la verdadera adoración Cristiana. |
Revision as of 01:06, 18 February 2009
¿Por qué los estadounidenses están tan fascinados con la familia real británica? Aunque no me gusta aceptarlo, comparto este encanto. Aún puedo recordar la opulencia de la boda de Carlos y Diana. También puedo ver el lujoso auto arrugado en un túnel francés donde Diana falleció. Ahora enfoquémonos en los hijos de Diana, William y Harry.
¿Por qué existe este perdurable interés? probablemente, sea nuestra obsesión con los “Estilos de vida de los ricos y famosos.” Pero con la “Realeza”, no solamente es un asunto de dinero; ellos también son los representantes de mucha historia, tradición y magnificencia.
Pero para mí el aspecto más interesante de estos monarcas, es que ¡nadie tiene que obedecerles! Sus vidas tienen poca congruencia con sus títulos. La Reina, por ejemplo, no es realmente la “reina imperial que ejerce sus funciones como tal” Ellos juegan su papel en un gran escenario ante un público estupefacto. Este es el espectáculo original de TV sobre la realidad.
El concepto de “monarquía” es inaceptable para los democráticos, autónomos modernos. No aceptaríamos una monarquía, pero si tuviésemos que hacerlo, la “realeza” británica sería la ideal.
Cristo es una clase de monarca radicalmente diferente. Él realmente es el Rey— universal. Aún cuando, se pregunte, “¿Cuál es nuestra actitud fiel hacia su monarquía?” Muchas personas intelectualmente están de acuerdo con la realidad de su Dominio, pero prácticamente no viven de esa forma. En la revista Tabletalk, se expresa algo más sobre este tema: “¿Cómo refleja nuestra adoración la glorificación del Rey Jesús?” La tendencia de la adoración de la iglesia moderna le da importancia a esta pregunta.
El sujeto de la adoración siempre debe empezar con Dios. La adoración se refiere principalmente a Dios. Esto es algo que entregamos a Dios. En los idiomas originales de la las Sagradas Escrituras, “adoración” tiene, casi uniformemente, el significado de reverencia, honra o servicio a Dios. Él es el punto.
Las personas modernas tienen la tendencia de adorar como si se tratara principalmente de nosotros o de lo que Dios nos da. El Señor se llena de alborozo al bendecir a sus hijos. Pero Dios busca creyentes que lo adoren a Él en el Espíritu y en la Verdad (Juan 4:23–24). Si tan sólo pudiésemos asimilar este principio: Esa es precisamente la interpretación bíblica, adoración fiel, que Jesús bendice a sus seguidores. Los Creyentes tienen un vínculo primordial con el Cristo victorioso y reinante. Como lo expresa el cántico de alabanza antiguo, “Yo soy de Él y Él es mío.” Entre más nos concentremos en su sabiduría, poder y amor, más seguros estaremos. ¡Nos damos cuenta nuevamente que el Rey Jesús es capaz de cuidar nuestras diminutas vidas! Glorificar a Cristo es nuestra propia respuesta hacia Él y también fuente de comodidad y estímulo.
El reino de Jesús es universal y absoluto. Usted no lo elige a Él ni valida su reino. Como tampoco Él es un Rey a quien usted pueda ignorar indefinidamente. Filipenses 2:5–11 nos enseña que Cristo fue humillado al haber actuado como un ser humano y haber padecido la muerte. Pero luego Él fue gloriosamente exaltado por el Padre.
La exaltación del Padre hacia el hijo nos debería motivar a exaltar a Cristo en la adoración. ¿Adoraremos a Cristo como si su reinado fuese real? Muchos cristianos no lo harán. Al tratar de buscar paz interior a través de una clase de modelo “terapéutico” de adoración, ellos pierden la fuente más grande paz: ¡el enfoque completo en nuestra unión vital con la victoria de nuestro Rey Jesús!
¿Qué le diría a un Rey soberano si estuviese en su presencia? ¿Hablaría “una y otra vez” sobre usted? ¡por supuesto que no! sería muy prudente al hablarle a Él sobre su grandeza. Usted ensalzaría sus atributos. Y hablaría de sus grandes realizaciones. Solamente después de esto, usted discutiría su situación personal. El centro principal sería ÉL.
De tal forma que en la actualidad, mucha adoración tiene importancia para ir ante el Rey Jesús y centrarnos en nosotros mismos y en nuestras necesidades. Esto se puede convertir en algo centrado en la persona. La adoración es como una terapia, arraigada en lo que yo recibo, más que en lo que yo entrego al Cristo sublime.
El difunto Dr. D. Martyn Lloyd-Jones solía decir que el propósito de la adoración y la predicación era “transmitir un sentido de Dios.” Si eso es verdad, es algo superior que adoremos, tanto en privado como en público, en una forma que transmita lo que Cristo realmente es.
Como los redimidos, deberíamos desear entrañablemente aclamar la grandeza de ÉL. Deberíamos atemorizarnos con su esplendor y majestuosidad. Deberíamos reverenciarlo espiritualmente ante su autoridad y poder. Deberíamos regocijarnos en sus actos poderosos, porque la suma total es nuestra salvación. ¡Estas son las cosas que necesitamos para “seguir avanzando” en la adoración!
Cuando esta exaltación sea prominente en nuestra adoración, algo pasa en nosotros. Adquirimos confianza y paz porque el Señor Cristo es nuestro Cristo. Nos volvemos más humildes ante su grandeza y más abiertos a su trabajo en nuestra vidas. Cuando el Señor sea más grande en nuestros ojos, nuestros problemas disminuirán. ¡Cada uno de nosotros necesita desesperadamente la exaltación de Cristo en la adoración!
No comparto que todo lo relacionado con adoración “contemporánea” es incorrecto. El beneficio de este movimiento ha sido el enfoque sobre la intimidad con Dios. ¿Pero debemos perder nuestro enfoque en la gloria del reinado de Cristo para obtener dicha intimidad? ¿Debemos perder la vista del trono para percibir su amor? ¡Puede que esto nunca pase! Nuestro Jesús, quién nos ama, debe ser adorado como el Rey exaltado. Cualquier cosa inferior es menor que la verdadera adoración Cristiana.