O Be Not Mere Shadows, Echoes, and Residue/es
From Gospel Translations
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|date= 5 October 1999 | |date= 5 October 1999 | ||
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|newtitle=No sean Meras Sombras, Ecos y Residuos | |newtitle=No sean Meras Sombras, Ecos y Residuos | ||
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| - | No somos Dios. De manera que comparados con la Realidad absoluta fundamental, no somos gran cosa. Nuestra existencia es secundaria y depende de la Realidad absoluta de Dios. El es el único Dado en el universo. Nosotros somos derivados. El siempre fue y no tiene principio, nadie más le dio forma, a nosotros si. El simplemente es, pero nosotros nos convertimos. "Yo soy el que soy” ese es su nombre (Éxodo 3:14). | + | No somos Dios. De manera que comparados con la Realidad absoluta fundamental, no somos gran cosa. Nuestra existencia es secundaria y depende de la Realidad absoluta de Dios. El es el único Dado en el universo. Nosotros somos derivados. El siempre fue y no tiene principio, nadie más le dio forma, a nosotros si. El simplemente es, pero nosotros nos convertimos. "Yo soy el que soy” ese es su nombre (Éxodo 3:14). |
| - | Sin embargo, ya que El nos hizo con el más alto propósito para una criatura – gozar y manifestar la gloria del Creador – podemos tener una vida muy substancial que dure por siempre. Esta es la razón por la que fuimos creados ("todas las cosas fueron creadas por El y para El," Colosenses 1:16). Es por eso que nuestra sexualidad fue redimida ("alejaos de la inmoralidad sexual. . . . Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.," 1 Corintios 6:20). Es por eso que comemos y bebemos ("Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.," 1 Corintios 10:31). Es por eso que oramos ("Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.," Juan 14:13). Es por eso que hacemos todas las buenas acciones ("Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.," Mateo 5:16). | + | Sin embargo, ya que El nos hizo con el más alto propósito para una criatura – gozar y manifestar la gloria del Creador – podemos tener una vida muy substancial que dure por siempre. Esta es la razón por la que fuimos creados ("todas las cosas fueron creadas por El y para El," Colosenses 1:16). Es por eso que nuestra sexualidad fue redimida ("alejaos de la inmoralidad sexual. . . . Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.," 1 Corintios 6:20). Es por eso que comemos y bebemos ("Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.," 1 Corintios 10:31). Es por eso que oramos ("Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.," Juan 14:13). Es por eso que hacemos todas las buenas acciones ("Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.," Mateo 5:16). |
| - | Es por eso que existimos – para manifestar la gloria de Dios. La vida humana se trata de Dios. Ese es el significado de ser humano. Es nuestra naturaleza de criaturas engrandecer a Dios. Es nuestra gloria el adorar la gloria de Dios. Cuando cumplimos con esta razón de existir, tenemos un fundamento. Nuestra existencia tiene peso y significado. Conocer, gozar y (por tanto) manifestar la gloria de Dios es participar de la gloria de Dios. No es que nos convirtamos en Dios, pero algo de su grandiosidad y belleza está en nosotros cuando comprendemos este propósito para nuestra existencia - a imagen de Su excelencia. Este es nuestro fundamento. | + | Es por eso que existimos – para manifestar la gloria de Dios. La vida humana se trata de Dios. Ese es el significado de ser humano. Es nuestra naturaleza de criaturas engrandecer a Dios. Es nuestra gloria el adorar la gloria de Dios. Cuando cumplimos con esta razón de existir, tenemos un fundamento. Nuestra existencia tiene peso y significado. Conocer, gozar y (por tanto) manifestar la gloria de Dios es participar de la gloria de Dios. No es que nos convirtamos en Dios, pero algo de su grandiosidad y belleza está en nosotros cuando comprendemos este propósito para nuestra existencia - a imagen de Su excelencia. Este es nuestro fundamento. |
| - | Al no cumplir con este propósito en nuestra existencia humana nos convertimos en una mera sombra del fundamento que fuimos creados para tener. Al no manifestar el valor de Dios, gozándolo sobre todas las cosas, nos convertimos en un simple eco de la música que fuimos creados para hacer. Nos convertimos en un simple residuo del impacto que fuimos creados para tener. | + | Al no cumplir con este propósito en nuestra existencia humana nos convertimos en una mera sombra del fundamento que fuimos creados para tener. Al no manifestar el valor de Dios, gozándolo sobre todas las cosas, nos convertimos en un simple eco de la música que fuimos creados para hacer. Nos convertimos en un simple residuo del impacto que fuimos creados para tener. |
| - | Esta es una gran tragedia. Los humanos no están hechos para ser simples sombras, ecos y residuos. Fuimos hechos para tener un fundamento como el de Dios, y hacer música como la de Dios, y tener impacto como aquel que Dios tiene. Esto es lo que significa ser creados a imagen de Dios (Génesis 1:27). Pero cuando los humanos traicionan a su Creador y aman más otras cosas, se vuelven parecidos a las cosas que aman – pequeños, insignificantes, sin peso, inconsecuentes, y le restan importancia a Dios. | + | Esta es una gran tragedia. Los humanos no están hechos para ser simples sombras, ecos y residuos. Fuimos hechos para tener un fundamento como el de Dios, y hacer música como la de Dios, y tener impacto como aquel que Dios tiene. Esto es lo que significa ser creados a imagen de Dios (Génesis 1:27). Pero cuando los humanos traicionan a su Creador y aman más otras cosas, se vuelven parecidos a las cosas que aman – pequeños, insignificantes, sin peso, inconsecuentes, y le restan importancia a Dios. |
| - | Escucha cómo lo dice el Salmista: "Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían." (Salmos 135:15-18). | + | Escucha cómo lo dice el Salmista: "Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían." (Salmos 135:15-18). |
| - | Piensa y tiembla. Te volverás como las cosas fabricadas por el hombre en las que pones tu confianza: no pueden ni hablar, ni ver, ni oír. Esta es una existencia de sombras. Es un eco y un residuo de lo que se supone que deberías ser. Es un mimo vacío en el escenario de la historia, con mucho movimiento y sin significado. | + | Piensa y tiembla. Te volverás como las cosas fabricadas por el hombre en las que pones tu confianza: no pueden ni hablar, ni ver, ni oír. Esta es una existencia de sombras. Es un eco y un residuo de lo que se supone que deberías ser. Es un mimo vacío en el escenario de la historia, con mucho movimiento y sin significado. |
| - | O, Belén, que no haya sombras, ecos, y residuos. Libérate de la epidemia del espíritu enfocado en los hombres. Pon tu cara como piedra para ver y conocer y disfrutar y vivir en la luz del Señor. "Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová" (Isaías 2:5). En su luz lo verás a El y a todas las cosas como realmente son. Despertarás de tu existencia en la tierra de las sombras de los sueños. Buscarás y encontrarás tu fundamento. Harás música como la de Dios con tu vida. La muerte no hará más que enviarte al paraíso. Y lo que dejes detrás de ti no será un residuo sino un tributo escrito en el cielo a la gracia triunfante de Dios. | + | O, Belén, que no haya sombras, ecos, y residuos. Libérate de la epidemia del espíritu enfocado en los hombres. Pon tu cara como piedra para ver y conocer y disfrutar y vivir en la luz del Señor. "Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová" (Isaías 2:5). En su luz lo verás a El y a todas las cosas como realmente son. Despertarás de tu existencia en la tierra de las sombras de los sueños. Buscarás y encontrarás tu fundamento. Harás música como la de Dios con tu vida. La muerte no hará más que enviarte al paraíso. Y lo que dejes detrás de ti no será un residuo sino un tributo escrito en el cielo a la gracia triunfante de Dios. |
| - | Escapando de las sombras contigo, | + | Escapando de las sombras contigo, |
Pastor John<br> | Pastor John<br> | ||
Revision as of 18:27, 20 May 2008
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No somos Dios. De manera que comparados con la Realidad absoluta fundamental, no somos gran cosa. Nuestra existencia es secundaria y depende de la Realidad absoluta de Dios. El es el único Dado en el universo. Nosotros somos derivados. El siempre fue y no tiene principio, nadie más le dio forma, a nosotros si. El simplemente es, pero nosotros nos convertimos. "Yo soy el que soy” ese es su nombre (Éxodo 3:14).
Sin embargo, ya que El nos hizo con el más alto propósito para una criatura – gozar y manifestar la gloria del Creador – podemos tener una vida muy substancial que dure por siempre. Esta es la razón por la que fuimos creados ("todas las cosas fueron creadas por El y para El," Colosenses 1:16). Es por eso que nuestra sexualidad fue redimida ("alejaos de la inmoralidad sexual. . . . Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.," 1 Corintios 6:20). Es por eso que comemos y bebemos ("Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.," 1 Corintios 10:31). Es por eso que oramos ("Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.," Juan 14:13). Es por eso que hacemos todas las buenas acciones ("Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.," Mateo 5:16).
Es por eso que existimos – para manifestar la gloria de Dios. La vida humana se trata de Dios. Ese es el significado de ser humano. Es nuestra naturaleza de criaturas engrandecer a Dios. Es nuestra gloria el adorar la gloria de Dios. Cuando cumplimos con esta razón de existir, tenemos un fundamento. Nuestra existencia tiene peso y significado. Conocer, gozar y (por tanto) manifestar la gloria de Dios es participar de la gloria de Dios. No es que nos convirtamos en Dios, pero algo de su grandiosidad y belleza está en nosotros cuando comprendemos este propósito para nuestra existencia - a imagen de Su excelencia. Este es nuestro fundamento.
Al no cumplir con este propósito en nuestra existencia humana nos convertimos en una mera sombra del fundamento que fuimos creados para tener. Al no manifestar el valor de Dios, gozándolo sobre todas las cosas, nos convertimos en un simple eco de la música que fuimos creados para hacer. Nos convertimos en un simple residuo del impacto que fuimos creados para tener.
Esta es una gran tragedia. Los humanos no están hechos para ser simples sombras, ecos y residuos. Fuimos hechos para tener un fundamento como el de Dios, y hacer música como la de Dios, y tener impacto como aquel que Dios tiene. Esto es lo que significa ser creados a imagen de Dios (Génesis 1:27). Pero cuando los humanos traicionan a su Creador y aman más otras cosas, se vuelven parecidos a las cosas que aman – pequeños, insignificantes, sin peso, inconsecuentes, y le restan importancia a Dios.
Escucha cómo lo dice el Salmista: "Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían." (Salmos 135:15-18).
Piensa y tiembla. Te volverás como las cosas fabricadas por el hombre en las que pones tu confianza: no pueden ni hablar, ni ver, ni oír. Esta es una existencia de sombras. Es un eco y un residuo de lo que se supone que deberías ser. Es un mimo vacío en el escenario de la historia, con mucho movimiento y sin significado.
O, Belén, que no haya sombras, ecos, y residuos. Libérate de la epidemia del espíritu enfocado en los hombres. Pon tu cara como piedra para ver y conocer y disfrutar y vivir en la luz del Señor. "Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová" (Isaías 2:5). En su luz lo verás a El y a todas las cosas como realmente son. Despertarás de tu existencia en la tierra de las sombras de los sueños. Buscarás y encontrarás tu fundamento. Harás música como la de Dios con tu vida. La muerte no hará más que enviarte al paraíso. Y lo que dejes detrás de ti no será un residuo sino un tributo escrito en el cielo a la gracia triunfante de Dios.
Escapando de las sombras contigo,
Pastor John
