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Revision as of 16:02, 22 October 2008 by Luzchris (Talk | contribs)
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Génesis 1:26-28 

Entonces Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoreé en los peces del mar, en las aves de los cielo, y ganado, y sobre toda la tierra, y todo animal que se arrastra sobre la tierra". y creó Dios al hombre a Su propia imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar y sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra".

Quiero que pensemos esta mañana sobre las tres cosas que este texto nos enseña. Una de ellas es que Dios creó a los seres humanos. La segunda es que Dios nos creó a Su imagen, y la tercera que Dios nos creó varón y hembra.

Es posible creer estas tres verdades, y no ser cristiano, pues su enseñanza esta aquí mismo en las Escrituras judías, por lo tanto un buen judío que cree en las Escrituras, acepta estas verdades. Sin embargo, así usted crea en estas tres verdades y no sea cristiano, ellas apuntan hacia el cristianismo y requieren del complemento que viene de las obras y de Cristo. Yo quiero hablar sobre esto, especialmente en lo que respecta a la tercera verdad - que fuimos creados a la imagen de Dios como varón y hembra.

1. Tomemos la primera verdad: los seres humanos fueron creados por Dios. Creo que esto requiere una explicación. ¿POR QUE nos creo? Cuando usted hace algo, tiene una razón para hacerlo. Pero, ¿y el mundo tal y como lo conocemos puede responder adecuadamente a esta pregunta? El Antiguo Testamento habla de que el hombre tendrá dominio sobre la tierra. Habla de que fue creado para evidenciar la gloria de Dios (Isaías 43:7). Habla de que la tierra estará llena con el conocimiento de la gloria del Señor.

Pero ¿qué vemos? Vemos un mundo que se ha rebelado en contra del Creador. Consideramos que la Escrituras judías están llegando a su fin con la historia de la creación totalmente inconclusa y la esperanza de la gloria por venir. Así que creer que Dios creó a los seres humanos en la forma que las Escrituras judías enseñan, hace necesario que se cuente el resto de la historia, el cristianismo. Solo en Cristo puede cumplirse el propósito de la creación.

2. O por ejemplo, tomemos la segunda verdad: Dios nos creó a su imagen. Sin duda, esto debe tener algo que ver con el por qué estamos aquí. Su propósito al crearnos debe tener algo maravilloso que ver con el hecho de que no somos ranas o lagartos o aves o incluso monos. Somos seres humanos a la imagen de Dios, solo nosotros y ningún otro animal.

Sin embargo, hemos creado todo un caos de esta grandiosa exaltación. ¿Somos como Dios? Bueno, sí y no. Sí, somos como Dios, aunque pecadores y no creyentes, hay una semejanza. Sabemos esto porque en Génesis 9:6 Dios le dijo a Noé, "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el". En otras palabras, incluso en un mundo donde abunda el pecado (como el asesinato) los seres humanos aun así, tienen la imagen de Dios. No pueden matarse como a los ratones y mosquitos. Usted perderá su vida si usted asesina a un ser humano. (Véase James 3:9).

¿Pero entonces tenemos nosotros esa imagen de Dios con la cual El nos creo? ¿No se ve empañada a veces hasta quedar casi imperceptible? ¿Cree usted ser como Dios en la forma en que debe ser? Aquí una vez más la creencia de que fuimos creados a la imagen de Dios requiere de un complemento - en este caso una redención, una transformación, una especie de re-creación. Y eso es exactamente lo que trae el cristianismo. "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras... y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad"(Efesios 2:8-10; 4:24). Dios nos creó a su imagen, pero la hemos empañado hasta quedar casi imperceptible, y Jesús es la respuesta. Él viene por la fe, Él perdona, Él limpia, e inicia un proyecto de regeneración llamado santificación que finalizará en la gloria que Dios desde un principio ha destinado para los seres humanos. Por lo tanto, si sabemos que fuimos creados a la imagen de Dios, nuestro pecado y corrupción, requieren de una solución. Y Jesús es la respuesta.

3. La tercera verdad en estos versículos es que Dios nos creó varón y hembra. Y esta también se enfoca hacia el cristianismo y a su complementación a través de Cristo. ¿Cómo? Mínimo de dos maneras. Una viene del misterio del matrimonio. La otra proviene de la histórica fealdad de las relaciones pecaminosas entre hombres y mujeres.

Tomemos el misterio del matrimonio. En Génesis 2:24, justo después del relato de cómo se creo a la mujer, Moisés (el escritor de Génesis) dice: "Por lo tanto, dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Ahora, cuando el apóstol Pablo cita este versículo en Efesios 5:31 dice, "Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la Iglesia." Y, con esta idea en mente, revela el significado del matrimonio: es un símbolo del amor de Cristo por la iglesia representado en la amorosa autoridad del esposo sobre la esposa; y un símbolo de la alegre sumisión de la Iglesia a Cristo representada en la relación de la esposa con su marido.

Él se refiere a Génesis 2:24 como un "misterio" porque Dios no revelo claramente en Génesis el objetivo total del matrimonio de los hombres y mujeres. El Antiguo Testamento contenía indicios y referencias de que el matrimonio era como la relación de Dios y Su pueblo. Pero tan sólo cuando Cristo vino se develo el misterio del matrimonio en detalle. El propósito era ilustrar el pacto de Cristo con Su pueblo, su compromiso con la iglesia.

¿Pueden ver ahora cómo la creación por parte de Dios del hombre como varón y hembra, y luego la ordenanza del matrimonio como la relación por la cual un hombre deja a su madre y a su padre y se une a su esposa en un pacto de compromiso; cómo este acto de creación y ordenanza de matrimonio requieren de la revelación de Cristo y Su iglesia? Requieren del cristianismo como revelación del misterio.

Este es un pensamiento foráneo para la mayoría de las personas, incluso para la mayoría de los cristianos, porque el matrimonio es una institución tanto secular, como cristiana. Se encuentra en todas las culturas, no sólo en las sociedades cristianas. Por lo tanto, no somos propensos a pensar que todos los matrimonios no cristianos que conocemos son misteriosos símbolos de la relación de Cristo con la iglesia. Pero lo son, y nuestra propia existencia como hombres y mujeres en el matrimonio pide a gritos que Cristo se de a conocer a sí mismo en su relación con la iglesia. El Cristianismo complementa nuestra comprensión de la alianza del matrimonio.

Permítanme ilustrarles algo aquí y darle un giro en el que ustedes quizás nunca han pensado. Cristo viene de nuevo a esta tierra. “Aun cuando ustedes le vieron ir, Él vendrá otra vez”, dijeron los ángeles. Entonces, imaginemos ese día. Los cielos abiertos, la trompeta suena y el Hijo del Hombre aparece en las nubes con poder y gran gloria y con decenas de miles de ángeles santos brillando como el sol. Él los envía a reunir a sus escogidos, a los cuatro vientos y resucita a aquellos que murieron en Cristo. Él les da cuerpos gloriosos nuevos, como el suyo, y transforma al resto de nosotros en un abrir y cerrar de ojos en seres hechos para la gloria.

Los años de preparación de la novia de Cristo (la iglesia) han concluido y finalmente la toma del brazo, y la conduce a la mesa. Llego la hora de la cena del matrimonio del Cordero. Él está a la cabeza de la mesa y un gran silencio cae sobre los millones de santos. Él dice: "Esto, mi amada, es el significado del matrimonio. Todo conducía a esto. Esta es la razón por la cual ustedes fueron creados varón y hembra y se ordeno el pacto del matrimonio. "De ahora en adelante ni se casaran ni se darán en casamiento, porque se ha revelado la realidad final y la sombra se levanta". (Vea Marcos 12:25, Lucas 20:34-36)

Ahora recordemos lo que estamos haciendo: estamos tratando de ver que la tercera verdad: Dios nos creó a su imagen como varón y hembra, apunta hacia el cristianismo para su complementación. Y dije, que esto se da de dos maneras. La primera por el misterio del matrimonio. La creación de los seres humanos como varones y hembras brinda el marco necesario dentro de la creación para la ordenanza del matrimonio. El matrimonio no podría existir sin el varón y la hembra. Y el significado del matrimonio no se conocería en su esencia, o en su totalidad, hasta no verlo como una parábola de la relación de Cristo con la iglesia.

Es así como la creación de los varones y las hembras apunta hacia el matrimonio y el matrimonio apunta hacia Cristo y la iglesia. Por lo tanto, la creencia de que Dios nos creó a su imagen como varones y hembras esta incompleta sin el cristianismo - sin Cristo y su obra de salvación para la iglesia.

También dije que hay otra forma en la que la creación del varón y la hembra a imagen de Dios señala al cristianismo como complemento necesario, especialmente por la distorsión en la histórica fealdad de las relaciones entre varones y hembras. Permítanme trato de explicar.

Cuando el pecado entró en el mundo el efecto sobre nuestras relaciones como varones y hembras fue devastador. Dios viene a Adán después de que este había comido el fruto prohibido y le pregunta que paso. Adam dice en Génesis 3:12, "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí". En otras palabras, es la culpa de ella (o la suya por habérmela dado a mí!) De modo que si alguien debe morir por haber comido la fruta, debe ser ella!

Ahí tiene usted el comienzo de toda la violencia doméstica, todos los abusos a las esposas, todas las violaciones, todos los insultos sexuales, todas las formas de degradar a la mujer que Dios creó a su imagen.

Génesis 3:16 pronuncia una maldición sobre el hombre y la mujer que cayeron, así: a la mujer Dios le dice, "Multiplicare en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y el se enseñoreará de ti". En otras palabras, el resultado del pecado y la maldición de nuestra época es el conflicto entre los sexos. Este versículo no es una descripción de la manera en que deben ser las cosas, sino la descripción en que van a ser mientras reine el pecado. Hombres dominantes y mujeres descarriadas. Esta no es la razón por la cual varón y hembra fueron a la imagen de Dios. Es la fealdad del pecado.

Ahora ¿Cómo apunta esta fealdad hacia el cristianismo? Porque requiere de la sanación que el cristianismo le trae a la relación entre varones y hembras. Si Dios nos creó a su imagen como varón y hembra, implica que existe igualdad en lo que respecta a la persona, la dignidad, el respeto mutuo, la armonía, y la complementariedad, un destino unificado. Pero ¿dónde está todo esto en la historia del mundo? Está en la sanidad que Jesús trae.

Hay tanto que decir aquí. Sin embargo, permítanme mencionar dos cosas.

3.1 En primer lugar, Pedro dice en 1 Pedro 3:7, que el marido y la mujer cristianos son "coherederos de la gracia de la vida". ¿Qué significa esto? Esto significa que en Cristo el hombre y la mujer recuperan la razón por la cual fueron creados varón y hembra a la imagen de Dios. Esto significa que juntos como hombres y mujeres deben reflejar la gloria de Dios y juntos como coherederos heredaran la gloria de Dios.

La creación de varones y hembras a la imagen de Dios (cuando se ve conjuntamente con el pecado) requiere del complemento que le da la sanación que genera la obra transformadora de Cristo y la herencia que adquirió para los pecadores. Cristo recupera del pecado, la realidad que los hombres y mujeres son coherederos de la gracia de la vida.

3.2 La otra cosa que debo mencionar acerca de como Cristo cambia las cosas y supera la fealdad de nuestra guerra y cumple con el propósito para el cual fueron creados los hombres y las mujeres a la imagen de Dios, se encuentra en 1 Corintios 7. Allí Pablo dice algo casi increíblemente radical para esa época: "Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo... El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor... la mujer soltera tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu ... Esto digo ... no para establecer ninguna limitación, sino ... para que sin impedimento os acerquéis al Señor "(1 Corintios 7:8, 32-35).

¿Ve usted lo que esto implica? Implica que la sanación que Jesús les trae a los hombres y a las mujeres creadas a la imagen de Dios no depende del matrimonio. De hecho la experiencia de Pablo como hombre soltero (y el modelo de Jesús como hombre soltero) le enseñó que hay un tipo de devoción sincera hacia el Señor que le es posible a los hombres o mujeres célibes que no suele ser parte de la de los santos casados.

Otra manera de expresar esto es: que el matrimonio es una institución de carácter temporal para esta era, hasta la resurrección de los muertos. La esencia de su significado y su finalidad es representar la relación de Cristo con la iglesia. Pero cuando llegue la realidad, la representación tal y como la conocemos se deja de lado. Y no habrá matrimonio, ni se dará en matrimonio en la era por venir. Y aquellos que han permanecido solteros y dedicados al Señor, se sentaran en la cena del matrimonio del Cordero como plenos coherederos de la gracia de la vida. Y serán recompensados de acuerdo a su devoción al Señor y a sus sacrificios con afecto, relación y gozo más allá de toda imaginación.

Por lo tanto, permítame resumir lo que hemos visto.

1) Dios creó a los seres humanos. Y al cerrarse el Antiguo Testamento este impresionante hecho hace necesario que se concluya la historia con el cristianismo, para encontrarle sentido a lo que Dios había hecho. El objetivo de su creación estaba incompleto sin la obra de Cristo.

2) Dios nos creó A SU IMAGEN, pero la hemos empañado tanto que es apenas perceptible. Por lo tanto, esta verdad debe complementarse con el cristianismo porque lo que hace Jesús es recuperar lo que se ha perdido, lo que llamamos la "nueva creación en Cristo". La imagen es restaurada en justicia y la santidad.

3) Dios nos creó a su imagen como VARON Y HEMBRA. Esto también debe complementarse con la verdad del cristianismo. Nadie puede comprender plenamente lo que significa ser hombres y mujeres en el matrimonio hasta que vean que el objeto del matrimonio es representar a Cristo y la iglesia. Y nadie puede saber el verdadero predestino de haber sido creados varón y hembra a la imagen de Dios hasta que no sepan que son coherederos de la gracia de la vida. Y, finalmente, no se puede comprender plenamente el sentido de la individualidad de varones y hembras a la imagen de Dios hasta no aprender de Cristo que en años venideros no habrá matrimonio, y por lo tanto, el glorioso destino de ser varones y hembras a la imagen de Dios no depende del matrimonio, sino de la devoción al Señor.

Por lo tanto, mantenga firme su pensamiento en estas verdades: que Dios los creó, que Él los ha creado a su imagen, y Él los ha creado de sexo masculino o femenino para que puedan estar absoluta, radical y exclusivamente dedicados al Señor.

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