The Deliberate Church/Doing Church Discipline/es
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La disciplina no es, indudablemente, una palabra agradable. Es como los brotes de Bruselas –sabemos que nos deben gustar, pero parece un gusto adquirido. Ya sea que se refiera a la corrección de alguien o el control de si mismo, la disciplina parece excesivamente restrictiva para nosotros –anticuada en una cultura empapada de libertad. Pero la Escritura tanto nos ordena como nos modela a ejercitar la disciplina de la iglesia. Y si esperamos edificar iglesias sanas, entonces debemos estar dispuestos a ejercerla.
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Formativa y Correctiva
Si comparáramos la disciplina en el cuerpo de Cristo con la disciplina del cuerpo físico, entonces la disciplina formativa sería como el comer bien y hacer ejercicio, mientras que la disciplina correctiva sería como la cirugía. La disciplina formativa es sobre como la iglesia toma forma, como permanece en forma y como crece. Así que la predicación, la enseñanza, discipulado, dirigir grupos pequeños de estudio bíblico y reunirse en la adoración corporal son todos ejemplos de disciplina formativa. Estas actividades forman la manera en que crecemos y nos fortalecen para trabajar, ambos como individuos y como iglesia. Ellas pueden ayudar a prevenir riesgos serios de falsa enseñanza, escándalo público, pugnacidad o el hospedar otros males espirituales; y pueden aun hacer que la iglesia local se mire mas atractiva a aquellos que están fuera.
La disciplina correctiva es como la cirugía –corrige algo que esta mal en el cuerpo para evitar que algo mas serio surja. Reprender, admonición y excomunión (remover de la lista de membresía de la iglesia y la prohibición de la Cena del Señor) son todos ejemplos de disciplina correctiva. Corrige los errores más serios que los miembros hacen en doctrina y estilos de vida. Este capítulo tratará principalmente en como llevamos a cabo la disciplina correctiva.
Descuidar la disciplina correctiva puede ser mortal para la iglesia. A nadie le gusta la posibilidad de pasar por el bisturí. Pero algunas veces es el bisturí el que le salva la vida. La posibilidad de la disciplina correctiva de la iglesia, especialmente cuando es pública, es rara vez agradable. Pero el pecado no arrepentido y aquellos que lo abrigan continuamente es un cáncer que debe ser removido si el cuerpo ha de ser sano y ha de tomar parte en una obra productiva. La mayoría de nosotros pueden pensar en al menos una iglesia cuyo testimonio corporal ha sido manchado por el descuido de una disciplina apropiada de un miembro no arrepentido quien ha pecado en una manera escandalosa y pública. Las relaciones personales de rendición de cuentas pueden tomar un largo camino previniendo tales tragedias; y remover un miembro no arrepentido de las listas puede hacer mucho para recuperarse de las pérdidas que sufrimos.
La Función Preventiva de las Relaciones de Rendición de Cuentas
He aquí buenas noticias: ¡la disciplina correctiva no necesita ser pública! Realmente, en una iglesia sana, la disciplina correctiva privada sucede todo el tiempo. Las personas en la iglesia pecan. Pero el crecimiento de cristianos dan la bienvenida a otros cristianos a sus vidas con el propósito de confesar sus pecados el uno al otro (Santiago 5:16; 1 Juan 1:5-10). Esto es, en gran parte, como sucede el crecimiento espiritual –aceptando la corrección bíblica. Usted necesita moldear esta clase de responsabilidad humilde como pastor y animar a ello a otros miembros.
Confesar nuestros pecados el uno con el otro nos hace traer nuestros pecados a la luz, donde pueden ser tratados en el contexto de las amistades de santificación mutua en las cuales las personas son fortalecidas unas a las otras a través de la oración, animo, y aplicación de la Palabra. El pecado necesita la oscuridad para crecer –necesita un aislamiento disfrazado como “privacidad”. Y del orgullo y autosuficiencia disfrazado como “fortaleza”. Una vez que estas condiciones prevalecen, el pecado es regado con el ácido de la vergüenza, el cual hacer que la oscuridad parezca más atractiva para el pecador que la luz. Pero cuando caminamos en la luz confesando nuestros pecados, nos damos cuenta que no estamos solos en nuestras luchas, y nos abrimos a la reprensión protectora y a las correcciones amorosas que funcionan como pesticidas para limitar el potencial destructivo y esclavizante de los pecados habituales.
Trayendo nuestro pecado a la luz confesándolo en el contexto de las amistades de rendición de cuentas personal ayudará a prevenir que los pecados con los que luchamos hoy puedan convertirse después en escandalosos. El pastor sabio públicamente animará tales relaciones de rendición de cuentas, entendiéndolas como bíblicas, y como medidas preventivas que disminuyen la probabilidad y la frecuencia de pecados que merezcan la disciplina pública de la iglesia. Las iglesias crecen cuando el pecado es cortado de raíz.
El Contexto
No todo pecado es cortado de raíz. Ya sea una prolongada ausencia o un pecado escandaloso, es probable que tengamos que tratar con un caso público de disciplina de la iglesia alguna vez en nuestros ministerios. Pero antes que la disciplina pueda ser productiva, deben existir un contexto tanto de relaciones espirituales significativas y de liderazgo estructuralmente sano.
Las relaciones saludables de los miembros deben ser recuperadas antes que la disciplina correctiva pueda llevare a cabo prácticamente. Jesús dijo que todos conocerían que somos Sus discípulos si nos amamos los unos a los otros (Juan 13:34-35). Y Pablo dijo que la iglesia es un cuerpo integral: “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efes. 4:16). Las relaciones son ligamentos que soportan el crecimiento de la iglesia. La iglesia necesita ser una red de relaciones espirituales significativas en las cuales las personas se comprometen uno al otro en conversaciones casuales, conversaciones espirituales, animándose mutuamente, de relaciones santificadoras de discipulado, de una rendición de cuentas mutua y de grupos pequeños.
Este compromiso amoroso en las vidas espirituales de cada uno debe ser normalizado en una manera positiva y formativa antes que la disciplina correctiva pueda ser sustentada. Sin este contexto de relaciones espirituales profundamente penetradas, la disciplina correctiva sería como encaminar a un niño a quien usted solo ve una vez por mes y darle una zurra en la calle. Sería percibido como muy severo, si no abusivo; en vez de verlo duro, verlo responsable en su casa de un amor preocupante por el bien espiritual de otro.
Es importante también tener una estructura preexistente de liderazgo que no se doble ante la presión de la situación. Esta es una de las razones más prácticas para desarrollar una pluralidad de ancianos y tener el compromiso de que los ancianos que no son de planta sean más numerosos que los ancianos de planta. Llevar a cabo la disciplina pública correctiva solo con el pastor/anciano a sueldo, no puede ser sabio. Para proceder con tal caso como el único pastor/anciano es arriesgarse a crear una mentalidad de “ustedes vs. mi” –la congregación vs. el pastor. Desde esta estructura de liderazgo, es a menudo difícil evitar la percepción (sin embargo falsa) de que el pastor este actuando en una manera autoritaria o unilateral –¡y por esta razón puede también ser difícil evitar ser despedido!
Pero si usted tiene ancianos no de planta, bíblicamente calificados y afirmados congregacionalmente que son más numerosos que usted soportando su liderazgo en la decisión, entonces será más probable que los miembros confíen que la decisión se ha filtrado a través del juicio de otros líderes de confianza aparte de usted. Además, la petición para la disciplina no vendrá solo de usted como individuo, sino de los ancianos como un grupo unido. Desde esta estructura de liderazgo, otros ancianos pueden proveerle de sabiduría a lo que usted diga, como lo diga, cuando proceder y cuando ser paciente. Opuestamente, ellos pueden (muy francamente) prevenirlo de hacer algo estúpido o de hacer lo correcto en una manera poco sabia. Ellos pueden también ayudar a difundir una crítica injusta absorbiéndola junto con usted, o incluso en su lugar en conversaciones privadas que se puedan dar en las semanas antes de la reunión congregacional en la cual la disciplina sea iniciada.
GABINETE DE ESTRATEGIA
- ¿Como pueden las relaciones de rendición de cuentas hacer de una disciplina correctiva una posibilidad mas objetiva?
- ¿Por qué establecer una pluralidad de ancianos antes de intentar una disciplina correctiva?
Una Lista de Cuidado
Otra manera de preparar a la congregación para un caso de disciplina correctiva pública es desarrollar una “lista de cuidado” par ser presentada verbalmente en una reunión congregacional. La lista de cuidado es una lista de miembros que necesitan oración especial o atención por diferentes numero de razones, muchas de las cuales no son por pecado del todo. Estar “en al lista de cuidado” no necesariamente significa que una persona este pecando sin que se haya arrepentido. Sino que uno de los usos de la lista de cuidado es hacer a la congregación consciente de la necesidad de orar por cualquier miembro que este en pecado impenitente o escandaloso, e invitar a los miembros a preguntar a los pastores o ancianos privadamente acerca de la situación. Haga disponible verbalmente el nombre de la persona ante los miembros de la iglesia en la reunión congregacional antes de que la disciplina pueda llevarse a cabo. Durante esa reunión previa, comparta por que cada persona esta en la lista de cuidado, y anime a las personas a preguntarle a usted o a un anciano privadamente acerca de la situación antes de la siguiente reunión. Dar a los miembros la oportunidad de formular preguntas en privado puede hacer una dramática diferencia en la manera en que la congregación reacciona en un caso público de disciplina correctiva. A menudo retira el factor de conmoción asociado con la disciplina.
Borrando A Un Miembro De Las Listas
Para ayudar a las personas a entender lo que esta sucediendo en un caso público de disciplina correctiva, enséñeles de antemano a entender la excomunión como el borrar a un miembro de las listas de membresía y más fundamentalmente, la exclusión de la persona de tomar la comunión. También, asegúrese que los miembros conozcan y traten al miembro disciplinado como un inconverso, basado en la conducta y actitud impenitente de la persona. Esto no significa que la persona no es bienvenida para asistir a la iglesia. Definitivamente queremos que la persona asista a la predicación semanal de la Palabra, así como queremos que cualquier inconverso lo haga. Ni significa que nosotros no debemos tratar de persuadir a la persona excomulgada a arrepentirse. Significa, sin embargo, que nosotros como miembros debemos evitar comer, “pasar el rato”, o aun charlar con tales personas en una manera que les sugiera que no han hecho nada malo (vea 1 Cor. 5:9-13).
En un contexto congregacional con líderes ancianos, la petición de borrar un miembro de las listas podría normalmente venir como una petición de los ancianos (aunque solo pudiera venir de palabra). Ya que, como una petición de los ancianos, sería una petición de más de un miembro, y no necesitaría ser secundada[1] . Todo lo que quedaría sería la votación de la congregación. El porcentaje de votos necesitados para llevar la petición dependerá en como usted haya decidido tal asunto en su constitución.
GABINETE DE ESTRATEGIA
- ¿Cómo puede contribuir la lista de cuidado a incrementar la salud de su propia iglesia?
- Lea Mateo 18:17; 2 Tesalonicenses 3:6-15; Tito 3:9-11. ¿Cómo debemos tratar a los miembros disciplinados?
Conclusión
La reunión de la iglesia es un trabajo duro. Toma diligencia, vigilancia, sabiduría y paciencia. Algunos en la congregación pueden no entender el porque usted hace las cosas en la manera que las hace. Algunos pueden impacientarse cuando los resultados inmediatos son difíciles de ver o el crecimiento numérico toma más tiempo de lo que ellos esperan. Algunos pueden ofenderse que usted parezca estarles cuestionando la salvación de las personas al aclararles el evangelio muy seguido. Otros pueden dejar la iglesia porque el carácter ofensivo inherente del evangelio empieza a incomodarlos o a un enfadarlos. Todo esto esta bien. Estas son a menudo señales de fidelidad pastoral en los primeros años de trabajo.
Manténgase predicando. Manténgase orando. Manténgase edificando relaciones personales. Manténgase paciente cuando las personas olviden, malinterpreten, o lo agravien (2 Tim. 2:24). Manténgase cultivando la confianza entre ellos. Manténgase confiando que Jesús edificará Su iglesia por el poder de Su Palabra. Ponga los cimientos con paciencia y sabiduría bíblica. Vale la pena. Haciendo este trabajo hoy, le asegurará la integridad estructural de la casa décadas después –y lo salvará de un montón de reparaciones.
¡Pero reunir la iglesia es el trabajo más eminentemente digno y emocionante! ¡No se rinda! ¡No se rinda en la duda, o en la desilusión o en el temor del hombre! Tenga una visión más amplia. ¡Los propósitos de Dios por toda la historia humana giran en torno a la iglesia como la manifestación visible y corporal de Su Hijo Jesucristo! ¡El ha ordenado que Sus más importantes objetivos tanto aquí como en el cielo sean cumplidos a través de la agencia de la iglesia local (Efes. 3:10-11)! ¡El ha prometido que Su iglesia no fracasará (Mat, 16:18)! ¡Su amor por la iglesia es tan grande que Pablo tuvo que orar por la capacidad de comprender sus dimensión (Efes. 3:17-19)! La iglesia es de importancia cósmica para Dios –literalmente. Y como pastores y lideres de la iglesia, tenemos el privilegio de edificar esta iglesia que Dios ama tanto, al obedecer el evangelio y seguir a Cristo (Efes. 4:11-16). Modele santidad (1 Tim. 4:12-16). Sea fuerte y valiente –la presencia de Dios, el poder y las promesas están con usted (Jos. 1:1-8). “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” (2 Tim. 4:5).
Lectura Recomendada Para la Sección 1
SOBRE EL PASTOR
Ascol Tom, ed. Dear Timothy: Letters on Pastoral Ministry (Querido Timoteo: Cartas Sobre el Ministerio Pastoral(Cape Coral, Fla.:Founders Press, 2004).
Bridges, Charles. The Christian Ministry (El Ministerio Cristiano) (Carlisle, Pa.: Banner Of Truth, reprint 2001).
Carson, D.A. The Cross and Christian Ministry (La Cruz y el Ministerio Cristiano) (Grand Rapids, Mich.: Baker, 1993).
SOBRE LA PREDICACIÓN
Chappell, Bryan. Christ-Centered Preaching: Redeeming the Expository Sermon (Predicación Cristocéntrica: Reconfortando el Sermón Expositivo) (Grand Rapids, Mich.: Baker, 1994).
Goldsworthy, Graeme. Preaching the Whole Bible as Christian Scripture: The Application of Biblical Theology to Expositional Preaching (Predicando Toda la Biblia como Escritura Cristiana: La Aplicación de la Teología Bíblica a la Predicación Expositiva) (Grand Rapids, Mich.,: Eerdmans, 2000).
Sargent, Tony. The Sacred Anointing: The Preaching of Dr. Martyn Lloyd-Jones (La Sagrada Unción: La Predicación del Dr. Martyn Lloyd-Jones) (Wheaton, Ill.: Crossway, 1994).
Stott, John, Between Two Worlds: The Art Of Preaching in the Twentieth Century (Entre Dos Mundos: El Arte de la Predicación en el Siglo Veinte) (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1992).
Stott, John. The Preacher’s Portrait (La Imagen del Predicador) (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1964).
SOBRE LA ORACIÓN
Carson, D.A. A Call to Spiritual Reformation: Priorities from Paul and His Prayers (Un Llamado a la Reforma Espiritual: Las Prioridades de Pablo y Sus Oraciones) (Grand Rapids, Mich.: Baker, 1992).
SOBRE EL EVANGELIO Y LA CONVERSIÓN
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Helm, Paul. The Beginnings:Word and Spirit in Conversion (Los orígenes: La Palabra y el Espíritu en la Conversión) (Carlisle, Pa.: Banner of Truth, 1988).
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SOBRE EVANGELISMO
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SOBRE DISCIPLINA DE LA IGLESIA
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SOBRE LA MEMBRESÍA DE LA IGLESIA
Dever, Mark. A Display of God’s Glory: Basics of Church Structure (Una Manifestación de la Gloria de Dios: Bases de la Estructura de la Iglesia)
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Harris, Josh. Stop Dating the Church! (¡Deje de Contactar la Iglesia!) (Portland, Ore.: Multnomah, 2004)
- ↑ Esto, claro, asume el uso de una manera formal de pautas para las reuniones deliberativas, tales como las Reglas de Orden de Robert.